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"..¿Quien es un dios y me puede juzgar, quien es mi juez y me puede castigar?, con que derecho con que moral.."
cantan Los Miserables
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1.- Según la prensa - que la mayoría de las veces falsea o minimiza las noticias - 77 propuestas ciudadanas se ganaron el derecho, previa recolección de firmas, a ser discutidas en las comisiones temáticas y si pasan esa primera fase podrán llegar a la convención constitucional para ver si obtienen los 2/3 de los votos de los convencionales y así lograr llegar a ser artículos de la nueva Constitución.
El total de iniciativas propuestas y habilitadas para ser apoyadas fue de 2.496, lo que nos dice que las 77 son algo más del 3% del total de las iniciativas que recibieron apoyo suficiente para ser consideradas. El total de personas que se pronunció por una o hasta por 7 iniciativas fue de 980.332, lo que supera el 15% del total de los 5.892.832 ciudadanos que votaron Apruebo en el plebiscito de octubre de 2020.
En ese sentido debemos discrepar con la presidenta de la Convención Constitucional respecto del "balance exitoso" que ella hace de este proceso. Por cierto que es positiva y siempre saludaremos la participación, pero si consideramos la enorme importancia de la materia en discusión, tenemos que reconocer que fueron muchos quienes solo asistieron a marcar Apruebo y no se han hecho parte de todo este proceso. Y eso puede llegar a ser perjudicial para nuestras aspiraciones.
2.- La misma información de prensa entrega un detalle de las propuestas y llama la atención que de las mismas, solo una tenga como objetivo directo la condición de los trabajadores en la nueva constitución y está rotulada como "Una Constitución Política para las y los trabajadores de Chile". Y ciertamente no deja de llamar la atención, primero porque da cuenta de que si se presentaron más propuestas estas no lograron reunir las firmas requeridas y, en segundo lugar, porque más de alguien puediera llegar a creer que la gran mayoría de las demandas y aspiraciones de los trabajadores ya se encuentra satisfecha y solo deberían ser ratificada en la nueva Constitución con esa propuesta general.
Nuevamente nos vamos a permitir discrepar reiterando que, en las actuales condiciones de dominio casi absoluto del capital, las leyes nacionales no van a reconocer el derecho a sindicalización ni a negociación colectiva a todos los trabajadores, independiente del número de estos en las empresas y seguramente continuaremos siendo castigados con cada vez más perversas normas de flexibilidad y polifuncionalidad porque, reiteramos, o los derechos son reconocidos claramente en la Constitución o no tendrán reconocimiento real en la legislación, como hasta ahora no lo han tenido.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE