Decidimos
dejar pasar más de una semana para poder decir algo sobre las
indicaciones del gobierno al proyecto de reformas laborales. Fue una
perdida de tiempo.
En
efecto, salvo algunas cuestiones cosméticas como mantener el fuero para
quienes renuncian al cargo sindical y al sindicato, facultar a
federaciones y confederaciones a negociar (previo visto bueno de la
patronal) y seguir manteniendo los servicios mínimos aunque mas acotados
en caso de huelga, el gobierno se mantiene firme con su idea de imponer
los pactos de adaptabilidad, exigir quórum mínimos para un nuevo
proceso de negociación colectiva en el sindicato, imponer las huelgas
“pacificas” y sancionar duramente a quienes se expresen contra la
prepotencia empresarial.