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"..Sopa de margaritas yo le ofrezco en la mañanita, le muestro 5 o 6 boletas para enseñarle cual es la treta.."
cantan Schwenke y Nilo
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1.- En momentos cada vez más continuos, al extremo que a veces llegan a ser constantes, nuestros compatriotas van y vienen semejando un desfile de autómatas, como poseídos por un espíritu maligno que emana de sus aparatos móviles.
Son equipos a los que solo les falta caminar solos, capaces de reproducir todo tipo de ruidos y sonidos, pero de los que nunca se escuchará una noticia relativa al estado de la sociedad o sobre lo mal que lo están pasando millones de personas, en nuestro país y en el mundo. Y aunque aparecieran no hay problemas, pues para muchos es mejor ignorarlas.
Y es que la magia de este invento destructor de intimidad y afectos, radica justamente en lograr introducir al individuo en una burbuja de la que no es capaz de salir ni siquiera cuando debe hacer el trasbordo de medio de locomoción o subir una escalera, e incluso cruzar la calle.
No se quita la vista del celular, se pueden demorar el doble de tiempo si hay ocasión de hacer una selfie o grabar alguna situación que puede servir para que otros disfruten con ella y la retransmitan, en un ejercicio interminable de individualidad y nula comunicación con quienes están cerca del que tiene el aparato.
Así podemos ver una coloquial reunión de amigos, donde nadie conversa con nadie pues todos están abocados a inmortalizar ese "encuentro afectivo" en sus aparatos móviles, casi siempre de última generación comprados a 3, 6 o 12 meses, precio contado y sin recargo.
Es la modernidad que nos tiene poseídos.
2.- Y aunque cueste creerlo, o haya resistencia porque dirán que le estamos poniendo mucho color, se trata de un paso más del capital que destina todos sus esfuerzos a mantenernos incomunicados - por más que estemos casi hacinados en lugares como el Metro, un tren o el microbús.
Esto no va a cambiar y se trata de buscar cómo darle un uso inteligente a esos aparatos, impedir que sean ellos quienes controlen nuestra vida, utilizarlos para educar y difundir cuestiones que valen la pena, sin seguir creyendo que la vida, nuestra vida y la de los demás, pasa por estar cautivos de los aparatos inteligentes las 24 horas de cada día.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión C.G.T. CHILE