Una
de las noticias que marcaron el inicio del nuevo año, fue el incendio
en Valparaíso que dejo más de 100 viviendas quemadas y sobre 400
damnificados.
La
noticia no es el incendio en sí, ya que cada cierto tiempo en esa zona
se producen incendios de grandes proporciones. Sea error humano o un
imponderable de la naturaleza, solo bastan unos segundos para que
cualquier espacio se transforme en algo dantesco y los perjudicados, los
más castigados, siempre sean los más pobres, quienes menos tienen.
Lo
nuevo radica en la forma que las autoridades municipales hicieron un
párele al horrible turismo de desgracia y al sado – masoquismo
periodístico.
Y
es que ya era hora que alguien les dijera unas cuantas verdades a todos
aquellos que parecen disfrutar con la desgracia y van de un lado a otro
tomándose fotos y exhibiéndose en medio de la desgracia.