PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE 08 FEBRERO 2022


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"..De una calle a otra calle tras un duro jornal , este niño que es hombre va ganando su pan.."  
         canta Aquelarre 
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1.-
 A Monica Vasquez la mató la prepotencia patronal reiterada. 

Otros antes que ella sufrieron acosos similares y terminaron renunciando a sus labores y en casos mas extremos llegaron al suicidio, creyendo seguramente que eso pondría punto final al acoso patronal. Lamentablemente lo único que logró la renuncia o la muerte por mano propia, fue la impunidad, impunidad que está desde siempre, que es norma de vida del capital, pues ellos son los que tienen el poder y nada puede irles en contra. 

Por más que insistan en decir lo contrario.

La verdad sea dicha, pocas voces se han levantado por este caso. No sólo para lamentar esta muerte sino también, y por sobre todo, para demandar una investigación acuciosa y las sanciones correspondientes. 
Y como estamos achacados y silenciosos en el que hacer diario, la vida seguirá su rumbo hasta el momento en que otro caso similar estalle, ponga por algunos días la palabra trabajador en la imagen colectiva y nuevamente se volverá a la apatía de siempre, al silencio de siempre, a las mismas y consabidas declaraciones y los patrones seguirán aplicando sus recetas, que pàra eso cuentan con leyes que no sirven de nada pues nadie las aplica ni las hace cumplir.
Se ha dicho pomposamente que se busca una "Constitución para las y los trabajadores de Chile", norma general que los estudiosos y eruditos establecen como el mecanismo para ir a lo de fondo, pues en definitiva serán las leyes que se dicten con posterioridad las que establezcan las sanciones y castigos. 

¿Y mientras tanto que? 

Desde hace muchas décadas que vienen muriendo trabajadores y si la Constitución no establece que aquel que viole los derechos será sancionado drásticamente, todo seguirá igual.

2.- Monica murió de un infarto, dicen que producido luego de que por enésima vez se le obligara a trabajar de pie en las cajas, en circunstancias que había certificados médicos que indicaban la imposibilidad de hacerlo por sus dolencias. Dicen que por 3 años fue hostigada y acosada laboralmente lo que fue denunciado. Es momento de hacer públicas esas denuncias, así como las conclusiones de quienes fiscalizaron. 

Si hay organizaciones sindicales y estas cumplieron su rol, debió haber intervenido la Dirección del Trabajo cuando la Inspección no sancionó.

Nadie devolverá la vida a Monica, sus familiares y compañeros no volverán a disfrutar de su compañía. 

Los violadores de derechos seguirán envalentonados pues todo indica que la ley laboral seguirá siendo una ley de mierda.

Eso hasta que la fuerza y movilización de los trabajadores logre sus objetivos.

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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria



MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE