Para nosotros, los que sentimos y actuamos con y por la clase, este 11 de septiembre - 43 años desde el golpe de estado - no fue igual a los que le antecedieron.
Y
no lo fue por la sencilla razón de que dimos un paso adelante en lo que
se refiere a la memoria, al resolver honrar a aquellos compañeros y
compañeras dirigentes y socios de organizaciones obreras, que pagaron
con su vida la lealtad a la clase de los trabajadores y que en su
mayoría han estado injustamente olvidados.
Son
226, al menos los que constan en una nomina que hemos construido,
trabajadores dirigentes y asociados a sindicatos - 222 hombres y 4
mujeres – los que fueron asesinados en dictadura. 113 ejecutados, 111
desaparecidos y 2 que se suicidaron.