Cobardes, prepotentes y mentirosos.
Utilizo
estos conceptos para definir el actuar de Carabineros en contra de los
jóvenes secundarios que por estos días se han manifestado en el centro
de Santiago, conceptos que también aplican para la represión a
trabajadores, pobladores y otras fuerzas sociales. Cobardes, por
que no se puede llamar de otra manera a especimenes, que parecen seres
humanos pero no lo son, que en forma artera golpean a los jóvenes y
demás manifestantes mientras los arrastran para meterlos en los carros
de detenidos. Prepotentes porque empujan, dan de puntapiés por
igual a mujeres, adultos mayores y demás personas, que se niegan a
obedecer la orden de desalojo y piden respeto en el trato a quienes
manifiestan y son reprimidos.
Mentirosos porque
justifican con falsedades su prepotencia represiva y se dan el lujo de
pasar a los detenidos a las fiscalías por “agresiones de hecho”, cuando
los agredidos y denostados son precisamente los manifestantes.