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"..Sucedió en el Vaticano lo que nunca se había visto, el papa vió a jesucristo y estuvo hablando con el .."
canta Jose de Molina
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1.- Vamos a hablar las cosas con la mayor claridad posible. La constitución pinochetista es una mierda y lo más lamentable de todo, es que estando todos de acuerdo en aquella apreciación, al término de la dictadura muchos de los que demandaban un Chile nuevo comenzaron a tirar los caballos para atrás y concluyeron que había que avanzar en la "medida de lo posible", por lo que se limitaron a hacer modificaciones a la obra de Pinochet y no se la jugaron para dar pasos que permitieran la construcción de una nueva Constitución.
Por lo tanto, y más allá de que les guste o no a los puristas, haber posibilitado que se construyera un instrumento para elaborar una nueva constitución es un paso adelante y debe ser valorado como tal. Otra cosa totalmente diferente es creer que esta Convención Constitucional va a generar una Constitución que ponga freno a las políticas capitalistas y nos permita construir un Estado diferente.
Tal cosa no va a ocurrir (aunque sería bueno que estuviéramos equivocados) al menos en esta pasada y debemos estar todos muy conscientes de aquello. No hacer falsas expectativas a la población y seguir insistiendo en la necesidad de construir movimientos sociales, pues es desde el pueblo organizado desde donde saldrán los parele a quienes pretendan que todo siga igual como hasta ahora.
2.- No obstante, es bueno que tengamos claras algunas cosas. Se habla tanto de un pueblo organizado y de instituciones que los representan y recién a esta fecha, cuando queda menos de un mes para cerrar la validación de las Iniciativas populares de normas para la nueva constitución, son muy pocas de ellas las que han presentado y reunido el número mínimo de adherentes para que puedan pasar a discusión de las comisiones.
Salvo las presentadas por NO + AFP y quienes sustentan la presentación de nacionalizar las empresas de la gran minería, hay pocas iniciativas presentadas donde figuren la mano y la fuerza de las organizaciones sociales, lo que habla de una débil participación. Y, si ponemos la atención en la cantidad de firmas que tienen las iniciativas presentadas, parecen no tener siempre el aval de los propios integrantes de las organizaciones que las sustentan.
¿Que está pasando con la participación?.
No nos olvidemos, ni por un momento, que votaron a favor de una nueva Constitución 5.892.832 personas.
Veamos ahora algunos datos provenientes de la propia Convención. Hasta el 10 de enero se han presentado 3.876 iniciativas y de estas se han revisado 3.557. De todas las revisadas 868 se han declarado admisibles y están en etapa de recolección de firmas, 84 han sido definitivamente rechazadas y 1.448 se sugieren como inadmisibles o no pertinentes.
Hasta la fecha arriba indicada, de las 868 iniciativas declaradas admisibles, 7 han superado las 15.000 firmas y hay 3 que tienen hasta el cierre del balance más de 10.000 firmas. ¿Y dónde están aquellos que marcaron Apruebo en el plebiscito de octubre del 2020?
Es momento entonces de llamar a participar, conocer la forma en que podemos hacernos parte y apoyar aquellas iniciativas en educación, salud, agua y otras que se han levantado como banderas durante estos años, si no participamos ahora tendremos muy poco que reclamar a futuro.
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE