PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE 05 FEBRERO 2022


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"..Nada mas nacer empiezan a corrompernos, crecemos y envejecemos en absoluta sumisión,  no hay amigos ni enemigos .."
             canta Eskorbuto
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1.-
 Milena Cartes murió en la cárcel de mujeres de San Miguel, luego de una lenta agonía de una semana. De poco valieron los reclamos de sus iguales privadas también de libertad por los delitos que se quieran, pero que nunca han dejado de ser seres humanos y mujeres. 

Es en esa doble condición que no pueden ser privadas de una atención médica, eficiente e inmediata, en el lugar donde pagan sus condenas y, de ser necesario, un rápido traslado a un centro asistencial si la gravedad lo amerita. 
Se dice que la causa del deceso sería una peritonitis, que fue llevada 2 veces durante esa semana a la enfermería y devuelta a su celda, que cuando fue por fin llevada al hospital ya era tarde.
Han pasado varios días desde esta muerte, una más para las estadísticas de las prisiones y nadie, salvo los familiares de Milena y quienes con ella cumplen condena, ha levantado la voz contra esta violación a un derecho humano. Hace 10 años, en la misma cárcel, murieron horriblemente quemados 81 presos, muchos de ellos encarcelados por cuestiones menores, que perfectamente pudieron estar en centros especializados de readaptación. 

¿Nada se dice, pues se trata de personas que delinquieron, o es que acaso la vida de quienes mueren en las cárceles no tiene mucha importancia? 

2.- Muchas son las personas que llegan por primera vez a una cárcel y no siempre existe una preocupación de la autoridad, por separarlos de los delincuentes avezados. 

Esos que exigen peaje, que cobran por protección, que utilizan a los primerizos para muchas de sus fechorías al interior de la cárcel, aquellos que tienen ciertos códigos y disfrutan de algunos beneficios para tener un mejor pasar, todo ante los pocos responsables de vigilarlos y que en más de una ocasión han de hacer la vista gorda  para que nada se altere al interior de los penales.

Una correcta política penitenciaria, debería apuntar a modificar conductas por la vía de la educación y la capacitación de quienes han debido delinquir por necesidades personales y/o familiares, y que no son parte de ese espectro de delincuentes avezados. 

Esos, los que es poco probable que modifiquen conductas, debieran pagar sus deudas en penales especiales, con controles rigurosos y cumpliendo con determinadas obligaciones para que, si no se readaptan al menos no sigan dañando a los que sí pueden volver reeducados a la sociedad.

O hay un cambio de verdad en las políticas carcelarias, cambio que debe incluir las condiciones para una total reinserción de quienes quieren alejarse del delito, asi como condiciones dignas para quienes trabajan en gendarmeria o muchas Milena seguirán muriendo, muchos jóvenes serán pervertidos a niveles inimaginables y las cárceles seguirán siendo escuelas de delito, que es en definitiva lo que quiere el capital para mantener el status quo.


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Nuestra fuerza la Unidad 
Nuestra meta la Victoria


MANUEL AHUMADA LILLO 
Departamento de Comunicaciones y Difusion C.G.T. CHILE