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"..Yaka Mpo ya bonsomi Nakoganga, bisika binsoEzala bonsomi, Ven Para la Libertad Grito este canto En todas las esquinas Viva la Libertad .."
canta Congreso
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1.- Dice el programa de gobierno del hoy presidente Gabriel Boric: "..Nuestro compromiso con el objetivo del Trabajo Decente implica el pleno derecho a la libertad sindical, con negociación colectivas multinivel, sistemas de seguridad social en pensiones, salud, cesantía, seguridad en el trabajo y otros, el aseguramiento de salarios dignos y la creación de puestos de trabajo productivos..".
Nosotros creemos que esta es solo una buena frase de campaña, poco factible de realizar en el corto o el mediano plazo, entre otros elementos por los datos que exponemos a continuación. La ESI 2020 (Encuesta Suplementaria de ingresos) publicada por el INE dice que "Durante 2020, el ingreso laboral promedio de la población ocupada en el país fue de $635.134 neto mensual (que corresponde al ingreso bruto menos los descuentos por previsión y salud) mientras que, el ingreso mediano -el que recibe una persona representativa de la mitad de la población - llegó a $420.000 al mes, es decir, el 50% de quienes trabajan en el país, percibieron ingresos menores o iguales a ese último monto".En un trabajo que publicamos hace un tiempo, decimos que "En conclusión, para que alguien que trabaja pudiera cubrir algunas de sus necesidades fundamentales, el ingreso mínimo debería ser de, al menos, $400.000 líquidos.Ciertamente, y en forma periódica, subirá el ingreso mínimo pero también lo harán – en una proporción igual o mayor – los gastos mensuales del trabajador.
¿Conclusión? Con el ingreso mínimo no se vive, solo se sobrevive y en precarias condiciones"¿Por que los datos expuestos aquí?, para probar sin mucho buscar, que es imposible que en este periodo presidencial que se avecina, se llegue siquiera a echar las bases de lo que debe ser el trabajo decente como dice la frase que se ha acuñado, cuando debería simplemente hablarse de trabajo digno.No hay ni habrá trabajo digno para más de la mitad de los que hoy son fuerza de trabajo activa - y nada indica que eso cambiará - mientras no haya educación, organización y ganas de luchar por lo que se merece.