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"..Donde están los cementerios que la luna vio cavar secretamente, en el horror de un tiempo pleno de furor.."
canta Surgente
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1.- Con mucho afecto y fraternidad nos han pedido explicitar la razón de por que hablamos de un sindicalismo clasista, y que entendemos por clase trabajadora. Dejamos en claro que se trata de nuestra visión y de que pueden haber muchas y mejores definiciones. Pero es esta opción es la que ha guiado nuestro trabajo en estos 40 años de organización.
“El concepto clase obrera, clase trabajadora o proletariado, designa al conjunto de trabajadores que, desde la revolución industrial, aportan básicamente el factor trabajo en la producción y a cambio reciben un salario o contraprestación económica, sin ser propietarios individuales de los medios de producción. Se contrapone así a la clase capitalista o aquel sector social que acapara el capital”.
https://es.wikipedia.org/wiki/Clase_obrera
Podemos decir entonces que la clase trabajadora es aquella que, sin ser propietaria de las empresas y de lo que estas tienen, trabaja para el dueño de ellas y recibe una compensación económica que, regularmente, no guarda relación con todo el esfuerzo que hace. ¿Entonces por qué el temor e incluso rechazo, cuando se habla de trabajadores clasistas, la organización que los cobija y las demandas que exponen?
Es claro que no se trata de personas peligrosas, de demandas fuera de lugar, o de algunos alborotadores, como se suele calificar a quienes exponen sin ambigüedad el sentir de los abusados en sus derechos. Tampoco de un discurso trasnochado sobre cosas que ya no existen. Se trata simplemente de la verdad, una verdad incómoda para muchos, pero absolutamente vigente.
Ser de clase, entonces, es asumir a conciencia que la sociedad en la que vivimos está integrada por unos pocos que abusan y unos muchos que son abusados. Es decidir que no se está con los patrones, sino con los compañeros/as de trabajo.
Es entender que no todo se solucionará con modificaciones legales presentadas por los gobiernos y parlamentos, o algunos beneficios en los instrumentos colectivos que se pacten con la patronal.
Aspirar al cambio de la sociedad es un imperativo irrenunciable de la clase.
2.- Ser clasista, es saberse parte de un sector social que ha sido discriminado siempre, así como privado de sus derechos más básicos. Asumir que tenemos en las manos la tarea de construir una nueva sociedad, en la que nuestras familias, nuestro pueblo, puedan vivir dignamente. En la lucha por los derechos de los trabajadores no se puede estar allá y acá al mismo tiempo.
Se conversará, se dialogará y se encontrarán acuerdos con los patrones y los gobiernos, pero esto jamás se hará a espaldas de los trabajadores o renunciando a las demandas más sentidas de estos. Y el cambio de sociedad es una de las demandas más importantes e irrenunciables.
Ser clasista entonces, es entender que tenemos en nuestras manos la noble tarea de construir una nueva sociedad, en la que los trabajadores/as, nuestras familias, nuestro pueblo, puedan vivir dignamente.
Esto es para nosotros ser parte de la clase trabajadora.
3.- Para ser escuchados y tomados en cuenta los integrantes de esta clase trabajadora deben tener plena conciencia de su pertenencia a ella, educarse en sus deberes y derechos, construir organizaciones con las que concretar dichas aspiraciones y luchar por estas, cuando los patrones y el Estado les cierran la puerta o no los toman en cuenta.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE