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"..Si viajas todos los años a Italia, si la cultura es tan rica en Alemania, por que el proximo año no te quedas alla.."
Los Prisioneros
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1.- Si
primero persiguieron y mataron, luego acosaron con leyes y clausuraron
espacios. Más adelante ofrecieron garantías y beneficios a quienes
dirigían organizaciones, con la certeza de que algunos de estos se
entregan en algún momento de la vida al enemigo al que combaten, y
culminaron invitando a diálogos sociales y acuerdos entre partes, que
hasta ahora sólo han conseguido mantener divididas a las víctimas del
abuso.
Y
no se quedaron solo en lo anterior, también lograron instalar en el
pueblo, entre los más castigados, su particular concepto de la libertad.
No
nos engañemos. No se trata de la libertad de poder encontrar por alguna
vía el sistema que queremos para cambiar las diferencias existentes.
Nos ofrecen la libertad de poder elegir entre las opciones que ellos
instalan, una libertad extraña, anómala, una libertad que nos hace
seguir siendo prisioneros de las desigualdades. Han hecho creer a las
grandes mayorías - y es lo que en parte explica el porqué de nuestros
retrasos - que la libertad consiste en elegir en forma periódica a
quienes dictarán las leyes y las normas con las que vivir. Elegir a
quienes ellos proponen.
Que
se puede comprar lo que se quiera porque hay de todo en el mercado y si
no gusta, no sirve o se desgasta en demasía se renueva las veces que
sea necesario. No importa si ganas poco. Fueron capaces de idear
incluso los mecanismos para que siempre se pueda comprar, aun cuando no
se disponga de ingresos para hacerlo. Es solo cosa de endeudarse y
trabajar aún más duro, para pagar lo que se debe y volver a entrar al
círculo.
2.-
Bajo ese concepto de la libertad, tenemos derecho a todo, menos a
cuestionar el sistema que ellos idearon. Cuando los abusos nos llevan al
reclamo activo, se ven obligados a conculcarnos “la libertad” con el
fin de ordenar las cosas. Nos llaman violentos y gritones por que
decimos las cosas por su nombre e invitamos a nuestro pueblo a
rebelarse.
Los
poderosos, y los instrumentos de gobierno que les representan, dicen
que es válido el descontento si se desarrolla por los cauces que han
definido como los adecuados. Sostienen que es mejor dialogar y buscar
acuerdos que profundizar en la razón de las desigualdades y trabajar por
cambiarlas.
Por
eso, el desafío que tenemos por delante no es menor. Se trata de
entender cómo funcionan las cosas, darnos cuenta de que estamos siendo
engañados y desde ahí trabajar por algo distinto.
No
lo olvidemos. Hasta ahora las cosas han sido como los poderosos las
quieren y nuestra obligación es hacer algo distinto. Para eso debemos
educarnos en nuestra historia de trabajadores, organizarnos en múltiples
instrumentos y luchar por lo que nos corresponde en justicia.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE