*****
"..Que vivan los estudiantes, jardin de las alegrías, son aves que no se asustan de animal ni policía.." Violeta Parra
*****
1.- El 10 de Diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. La Asamblea recomendó a todos los estados miembros que “publicaran el texto de la declaración y procuraran que fuese divulgada, expuesta, leída y comentada, principalmente en las escuelas y demás establecimientos de enseñanza sin distinción alguna, basada en la situación política de los países o de los territorios”.
Es bandera justa y digna de quienes exigen su cumplimiento, pero no pocas veces esta exigencia se ha visto acotada a aquellos casos de privación de libertad, desaparición y ajusticiamiento de ciudadanos, y se han minimizado o derechamente abandonado derechos humanos tan importantes como la vivienda digna, el trabajo, la libertad de expresión.
Desde nuestra visión, creemos que la lucha debe ser por el respeto a todos los derechos humanos, sin excepción.
Siendo un documento histórico importante, no lo vemos expuesto a la vista de todos en las oficinas públicas, en las escuelas, en los hospitales, ni en las dependencias de la mayoría de las organizaciones, sean estas sindicales, sociales o políticas.
En las organizaciones sindicales la mayoría de los trabajadores reconoce no estar informado sobre el tema. ¿De quién es la responsabilidad de semejante omisión?
Responsables somos todos y solo algunos podrían ver aminorada su cuota de responsabilidad por las gestiones que desarrollan, gestiones que en todo caso no apuntan a lograr que la Declaración sea conocida por toda la población y menos aún que se luche por su cumplimiento total.
2.- Como organización de trabajadores afirmamos, con dolor, que en Chile no se cumple plenamente con lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Ni trabajo digno, ni igualdad de remuneración por trabajo igual, ni protección para la cesantía, ni jubilación digna. Como ciudadanos de un país tampoco tenemos junto a nuestras familias total acceso a salud, a educación para nuestros hijos, a viviendas dignas.
Ni siquiera podemos decir que todos disponemos de un sueldo con el que alimentar, vestir, educar, medicinar, recrearnos, en suma, vivir como seres humanos dignos.
No tenemos acceso igualitario a la justicia, seguimos casi como estábamos antes de 1948.
3.- Por eso es importante recordar y promover la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
*****
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE