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"..El padre Antonio Xejeira vino de España, buscando nuevas promesas en estas tierras " Rubén Blades
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1.- Hay
dirigentes sindicales que se preocupan de activar su organización solo
para el proceso de negociación colectiva, la entrega de aguinaldos y
beneficios en algunas fechas del año, además de la solución de problemas
internos que les son presentados por sus socios. Son reacios a conocer
que pasa fuera del lugar de trabajo y a reunirse con dirigentes de otras
organizaciones salvo cuando los convoca la autoridad. También les
cuesta apoyar otras luchas sociales. Casi toda su gestión gira en torno
al vínculo empresa – sindicato. Sin embargo, hay una cuestión más grave,
y es la desnaturalización que del rol del Sindicato hacen algunos
dirigentes y trabajadores.
Ellos
ven a la organización como una cuenta de ahorro a la que se le hacen
depósitos mensuales (la cuota sindical) y creen que estos depósitos les
deben ser retornados una vez al año. Han llegado hasta reclamar la
restitución de las cuotas, cuando por una u otra razón terminan su
relación con la empresa.
Hay
otros muy amigos de conseguir convenios en diversas casas comerciales,
donde el crédito es el principal elemento y también obtienen garantías
en instituciones financieras para que los trabajadores se endeuden, sin
evaluar el enorme daño que provocan a los asociados.
En
esta equivocada visión de la organización y su gestión, la negociación
colectiva es un proceso en el que, a lo más, se busca mantener los
beneficios obtenidos, conseguir un bono por término de negociación y si
les alcanza algún préstamo blando (dineros que facilita temporalmente la
empresa y que son devueltos por los trabajadores en cuotas sin
reajustes ni intereses).
Que
provoca esto? Que los trabajadores no vean al Sindicato como un
instrumento de lucha ni de educación sino, simplemente, como un ente que
puede obtener algo de la patronal si no genera conflictos.
2.-
Contra estas visiones estrechas, debe enfocarse el trabajo de la
organización sindical de clase. Ir siempre más allá del límite estrecho
de la empresa, saber que la unidad más amplia permitirá avances para el
conjunto de los trabajadores. Y que esto no se interprete como la
renuncia al trabajo interno, que es importante y necesario. Se trata de
visualizar la enorme fuerza que genera la unión de los trabajadores, más
allá de la empresa en la que trabajan.
Lo
decimos con palabras claras para que no haya dudas. En el plano
organizacional sin duda que lo ideal sería un solo y gran Sindicato
donde estén todos los trabajadores incorporados, cualquiera sea la
empresa.
Un
solo instrumento para todos según la actividad económica, que puede ser
local, regional e incluso nacional tal y como se dio en los albores de
la organización.
3.-
Esto nos obliga a insistir en lo importante de la educación. Hay que
conocer la historia, compartir con los trabajadores todas aquellas
informaciones que dan cuenta que mientras mas unidad y disposición hubo
al trabajo conjunto, mejores fueron los resultados positivos.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE