PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE 02 DE JULIO DE 2021

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"..Aquí vivía un hombre ayer, hoy vive solo su hijo Manuel, busca a su padre quiere saber, adónde puede su llanto arder.."
                                                                                            Illapu
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Regularmente no nos damos el tiempo para rendir tributo a quienes están aún entre nosotros, pese a que su historia de vida exige al menos una mención en tiempo presente. 

Y es que son tantas las cosas que pasan día a día, que de repente nos vamos olvidando de aquellos que hacen posible que esta u otra cuestión suceda, en este amplio campo de la lucha social. 
No es que ellas o ellos sean actores únicos, es simplemente que con su coraje y decisión se proyectaron por sobre sus iguales y se la jugaron y se la juegan, con la fuerza que les quede y de la que dispongan. No han claudicado, siguen con las banderas en alto más allá del paso inexorable del tiempo y serán espejos en los que debemos mirarnos de tanto en tanto, para recuperar esas fuerzas que a veces nos faltan.

1.- 
La conocimos en el trabajo sindical. Debió salir al exilio en Alemania Federal en 1974 y retornó al país en 1987. Fue asesora sindical, docente universitaria, colaboradora de la OIT, el SERNAM, PET, CIASI y una prolífica escritora en materia jurídica y laboral. Una abogada brillante que tenía muy claro el espacio en el que se desempeñaba pero que jamás, aunque las obligaciones a veces no le permitían respiro, le cerró la puerta a nadie. 

Escuchó e incluso hizo muchas gestiones para dar respuestas a esos que la buscaron, cada vez que pudo se hizo parte de encuentros, charlas y foros, a los que llegaba con su sonrisa gigante y absorbiendo todo lo que estaba en su entorno.

En diversas ocasiones promovimos protestas y marchas e incluso ocupamos dependencias de las Inspecciones o la Dirección del Trabajo, y aunque le dolía lo que hacíamos jamás nos condenó ni siguió acciones legales. Perdió un importante puesto en el gobierno, por no demonizar ni sancionar un paro de funcionarios de la repartición que tenía a cargo. Por cierto que nos tiró las orejas y nos reprendió, pero nunca descalificó nuestras iniciativas. Es, de los directores del trabajo, la que menos demoraba un dictamen, a la vez que daba rápida respuesta a cada cuestionamiento o reclamo que hacían los trabajadores organizados, cuando no se cumplía o aplicaba bien la ley  

Apoyó todas y cada una de las iniciativas de solidaridad que le presentamos. Era la autoridad y la respetamos, pero sentimos su afecto y seguimos de cerca su trabajo. La apoyamos y nos apoyó y ese afecto recíproco que siempre fue en crecimiento, es lo que nos permite saludarla ahora que está complicada de salud. Te queremos María Ester de Lourdes Feres N.

2.- Conoció a quien sería su esposo, que era dirigente sindical, y aunque era secretaria se comprometió a construir con él un hogar y cumplió con creces las expectativas que ambos se hicieron. Pero el amor por el pueblo y la lucha social no la abandonaron nunca y ya en 1974 colabora en el Comité Pro Paz y siguió apoyando desde la Vicaría de la Solidaridad. Junto a su compañero y sus hijos fueron partícipes activos de la Comunidad Cristo Liberador. "Su militancia fue Cristo y en esa militancia educaron a sus hijos. 

Los persiguió la dictadura, y con particular saña Carabineros, pero jamás abandonaron la pelea pese a los altos costos que pagaron por ello. 

Perdió a tres de sus hijos y sobreponiendose al dolor que hasta hoy no les abandona, ella y Manuel han seguido levantando la voz, exigiendo justicia, llamando a la lucha en todas las formas contra los que agreden al pueblo. Siguen convencidos de que más temprano que tarde, la revolución restituirá lo que el capital ha arrebatado a nuestro pueblo.

Tuvimos el honor de ser invitados por ellos a dictar unas charla sobre la clase trabajadora, en una escuela de formación en la Villa Francia. Estuvimos en su casa y nos empapamos de suficiente fuerza y coraje para estar aun hoy, al frente de nuestras tareas.

Es la madre a la que honra Gorki, la que multiplica sus manos para acariciar las cabelleras de cientos que se sienten su hijos, pues son hermanos en la lucha de los suyos propios. 

Saludamos y recordamos con afecto y cariño a Luisa Toledo que aunque enfermita, no deja de levantarse todas las mañana a ver su jardín, como platica su hija en una carta que ha hecho llegar recientemente.

3.- Como ellas, hay muchas y muchos que hoy no la pasan tan bien luego de una vida de combate. No les olvidemos. Recordemosle y hagámosle llegar nuestro aliento, que el frío del invierno huya ante nuestro calor de camaradas. 

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Nuestra fuerza la Unidad 
Nuestra meta la Victoria

MANUEL AHUMADA LILLO 
Secretario C.G.T. CHILE