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"..En tiempos de Jesucristo echaban a los leones, a todos los que escuchaban sus predicas y sermones.."
del folklore popular
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1.- Como sindicalistas de clase siempre hemos hablado ante nuestros asociados de una nueva sociedad. Una sociedad más justa, digna y participativa. Dignidad en el trato, participación en cada uno de los pasos que se van dando en la construcción de lo nuevo, justicia en cuanto a los derechos básicos que se nos desconocen.
En nuestras organizaciones.
Por eso siempre hemos dicho que no bastan los discursos altisonantes, que se hace necesario partir por educar a los trabajadores, explicarles que pertenecen a una clase y concientizarlos de la necesidad de integrar sus filas. Todos los nuestros saben que al frente hay un adversario temible, que no trepidará en utilizar todas las herramientas que le entrega la ley para negarnos lo que de justicia nos pertenece.
Cada trabajador debe saber que nada de lo que le corresponde, será concedido por gracia. No solo debe educarse, también trabajar para construir organización. Una organización lo más amplia posible, para que pueda integrar a todos más allá de ideas y posiciones personales. Una organización preparada para dar la lucha por hacer realidad las reivindicaciones históricas a través de la negociación y la movilización, cuantas veces sea necesario.
2.- Vivimos tiempos duros, una crisis de organización que muchos insisten en soslayar. Nos lamentamos por la falta de participación de los trabajadores en la gestión de los sindicatos pero ¿nos hemos puesto a buscar las razones de ello? ¿Damos los espacios, activamos las comisiones de trabajo, fomentamos iniciativas para la formación y la educación de los socios, hacemos el espacio para la cultura, el deporte y la recreación?.
Miles se ven obligados a renunciar a sus huelgas por la carencia de recursos y sin embargo siguen siendo mínimas las construcciones de fondos de resistencia, al interior de las organizaciones.
No se activan todo lo que deben las comisiones para la huelga y en muchos casos solo horas antes de hacerla efectiva se pintan algunos géneros a la rápida y se hacen sonar algunos silbatos. Manda la improvisación y con ellos se pueden prever resultados
Nos falta planificación, trabajo en equipo, formación de cuadros sindicales que permitan renovar regularmente las direcciones de las organizaciones. Ojo, esto no tiene nada que ver con que deben salir los viejos para dar paso a la juventud. La lucha sindical necesita de todos y el objetivo debe ser lograr la amalgama perfecta entre experiencia y juventud.
Vamos, que tenemos mucho por hacer.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE