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"..Yo soy, yo soy, yo soy, soy agua, playa , cielo, casa blanca, soy mar atlántico , viento y américa.."
canta Mercedes Sosa
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1.- Se
mantiene la pandemia y con ella las exigencias de ayuda económica para
la gran mayoría de los ciudadanos, que han sido golpeados con las largas
cuarentenas y los bruscos cambios que ésta introdujo a normas y
costumbres que hacían algo más llevadera que ahora la vida. Carencias y
necesidades no satisfechas eran una norma antes de la llegada del virus,
pero la gente tenía más por donde ingeniárselas. Ahora si no han estado
encerrados, debieron cambiar hábitos y costumbres con esto del toque de
queda, la suspensión de empleos y los recortes de las jornadas diarias
de trabajo. Antes y ahora adolecíamos de un mal endémico.
La falta de organización.
Cuando
se habló de la ley de suspensión del empleo propusimos que el seguro de
cesantía cubriera el equivalente al 100% de la remuneración del
trabajador y que los recursos ocupados debían ser restituidos por la
patronal y el Estado cuando terminara la pandemia. Hoy tenemos a
millones de trabajadores sin recursos en la AFC y ciertamente se verán
muy perjudicados en los meses que vienen, cuando se inicien las
presiones para aceptar rebajas de sueldos, cambiar condiciones de los
contratos o de lo contrario asumir el despido. Y si los despiden no
tendrán recursos en su cuenta individual de cesantía.
Lo
mismo propusimos respecto de los dineros de los trabajadores en las
AFP. Planteamos que se pagara el equivalente a la remuneración mensual
del trabajador mientras durara la emergencia y que dichos fondos debían
ser restituidos por la patronal y el Estado al terminar la pandemia,
pues se trataba de una situación que no era de nuestra responsabilidad.
2.-
Lamentablemente, casi todas las organizaciones de trabajadores
guardaron silencio sobre el particular y se limitaron a apoyar las
propuestas parlamentarias de retiro del 10% de los fondos de las AFP,
cuestión que comenzó a mermar los recursos en la medida en que fueron
avanzando los retiros que hasta la fecha completan 3.
Sin
embargo no hay restitución y cualquiera que sea el camino que venga en
lo sucesivo - ya se habla de proyectos orientados al cuarto retiro e
incluso el retiro total de los fondos - mientras no haya acciones
concretas lo único claro es que los trabajadores seguirán viendo mermado
sus fondos hasta llegar a cero.
Ya
son más de 2 millones de trabajadores que están con saldo cero en sus
cuentas de AFP. Solo unos pocos tuvieron posibilidades de retirar esos
dineros y depositarlos en otro tipo de cuentas, para hacer uso de ellos
cuando la necesidad lo requiera.
Los
más tuvieron que gastarse de inmediato lo poco que recibieron y se
encuentran doblemente complicados. No podrán volver a hacer nuevos
retiros desde la AFP pues se quedaron sin fondos y solo les resta
esperar que el gobierno resuelva responder positivamente la petición de
diversos parlamentarios y candidatos para extender el IFE Universal
hasta diciembre, cuestión que en caso alguno resuelve los problemas de
millones de ciudadanos.
Más
allá de lo que suceda en definitiva, cualquiera sea el mecanismo que se
utilice para ayudar a los más afectados con la pandemia, debemos seguir
insistiendo en la obligación de los patrones y del Estado de restituir
los fondos utilizados para afrontar la emergencia, pues la misma no es
responsabilidad de los asalariados.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILO
Secretario C.G.T. CHILE