".. De pie luchar, el pueblo va a triunfar, será mejor la vida que vendrá.."
Sergio Ortega
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Ingrese
a una organización sindical convencido que el trabajo de todos podía
ayudar a dignificar a los trabajadores. Asumí posiciones políticas con
la certeza de que se haría lo que se decía. En más de una ocasión guardé
silencio ante decisiones que me parecieron erradas para el trabajo
sindical, pues creía que sin una estructura que guiara se haría muy
difícil avanzar. La dictadura era un enemigo duro y sanguinario y a lo
mejor era efectivo que había que priorizar.
En
el trabajo diario y en la medida en que fui conociendo más y más, me dí
cuenta de que hasta los derechos de los trabajadores son minimizados y/
o postergados si algún acuerdo lo requiere. Son acuerdos tomados en la
cúpula que solo bajan para ser ratificados, disfrazados bajo la figura
de la discusión colectiva, pero ya resueltos.
Aún así había que seguir dando la pelea, mas no lo haríamos a espaldas de los trabajadores.
Iniciado
el camino hacia la democracia nos pusimos más rigurosos, no aceptamos
propuestas ni indicaciones de actuar sin antes discutirlo con nuestras
bases y dimos apoyo a trabajadores despedidos de instituciones que
habían hecho grandes esfuerzos en la lucha contra la dictadura, pero que
dejaban de ser importantes.
Esto
fue haciendo diferencias más grandes con el sindicalismo militante y
varios tomamos la decisión de dejar de militar para seguir leales al
compromiso de defender y apoyar a todo aquel que lo requiriera. De la
noche a la mañana pasamos de grandes luchadores a transformarnos en poco
confiables, e incluso se intentó cambiar el directorio desde otras
esferas, que no eran precisamente los sindicatos afiliados.
¿La razón de aquello? Hacer de la independencia y autonomía una bandera de trabajo.
La
vimos negra, no podemos negarlo, pero nos mantuvimos firmes en nuestras
posiciones y los resultados que hoy están a la vista son un indicativo
de que hicimos lo correcto.
2.- Fuimos
fundadores de la Central Unitaria y el plenario de dirigentes aceptó la
propuesta (acordada políticamente y en forma previa) de llevar de
candidato a dirigente a uno de los nuestros, el que llegó incluso a ser
miembro del Comité Ejecutivo de ese referente sindical. Sin embargo y
por defender las posiciones que creímos correctas, se sacó a nuestro
compañero de esas responsabilidades, por decisión partidaria. Pero
seguimos allí, desde la COTIACH y el MOSICAM, dando la pelea para
intentar cambiar el instrumento desde adentro.
Después
de que la Central resolviera aprobar la propuesta de Seguro de Cesantía
en el gobierno de Ricardo Lagos (encuentro sindical al que no nos
dejaron ingresar aduciendo que no habíamos pagado las cuotas) nos dimos
cuenta que el cambio al que aspirabamos no era posible. Entonces
nuestra organización resolvió que era el momento de dejar de participar
en la CUT. Durante casi 2 años , sindicato por sindicato, se votó la
desafiliación que finalmente fue aprobada con más del 90% de acuerdo.
Y
aquí estamos, dando la pelea sin ambigüedad, educando a los
trabajadores, respondiendo sus preguntas y guiándoles en la organización
de sindicatos, pues ese es uno de nuestros objetivos No hemos
preguntado, ni lo haremos, si quienes nos buscan adscriben a tal o cual
posición política y/o religiosa.
La
explotación viene del capital y los trabajadores deben aprender a
hacerle frente, desarrollar la conciencia de clase y ahí debemos estar
con ellos, sin darles la espalda.
Esto es para nosotros ser consecuentes.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE