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"..Aquí traigo mi malembe para darle duro y fuerte, a esos 4 generales que han causado tanta muerte.."
canta Quilapayun
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1.-
Hace algunos días, mientras esperaba pagar algunos productos en el
supermercado, me llamó la atención una discusión. Un señor ya mayor
discutía con la cajera pues se resistía a mostrar su cédula de
identidad, requisito que de no cumplirlo le impedía comprar una caja de
litro de un vino. Finalmente no quiso identificarse y se fue sin su
vinito.
Tal
situación es provocada por la nueva ley de alcoholes, vigente desde el
06 de agosto y que hace exigible la cédula de identidad a toda persona
que adquiera bebidas alcohólicas, mas allá de que su rostro y físico -
como en el caso de quien abre nuestro comentario - deje claramente
expuesto de que se trata de un mayor de edad.
La
misma ley aumenta la edad para el ingreso a discotecas, bares y
cabaret, de 16 a 18 años, siendo también una exigencia exhibir la
cédula de identidad. En cuanto a la propaganda, está prohibida en todo
producto deportivo, así como solo se permite en la televisión entre las
22.00 y las 06.00 horas.
El
1 de marzo de 2013 se aprobó la ley sobre el consumo de tabaco,
prohibiéndose todo tipo de propaganda y el consumo en una serie de
espacios. Un informe entregado en un foro de la universidad de Chile en
2017 indica que la cantidad de personas que fallece año por causa del
tabaco es de 11.000.
Llama
la atención que siendo similares la cifra de muertos a causa de tabaco y
del alcohol, el consumo de uno tenga mas restricciones que otro, hasta
el extremo de seguir permitiendo propaganda para incentivar el consumo
de alcohol en la televisión, en un horario donde ciertamente tienen
acceso potenciales clientes.
El
alcohol y el tabaco son también considerados drogas y por el consumo de
ambas mueren al año 23.960 personas. No obstante ambas son de consumo
masivo, la permisividad es evidente y, pese a la propaganda limitada, no
hay ninguna medición que muestre la disminución en sus consumos.
3.-
Por cierto que debe haber un tratamiento especial para los consumidores
excesivos y adictos, pero esto no pasa solo por establecer exigencia de
cédula de identidad para su venta, es necesaria una campaña permanente
de educación ciudadana que muestre los efectos nocivos de la ingesta
excesiva de estas drogas, así como también y por sobretodo de que manera
se puede la persona liberar de esas adicciones.
El
alcohol y el tabaco son procesados, producidos y distribuidos por el
capitalismo, como un elemento principal para enfermar e idiotizar a los
pueblos y estos han de adquirir la capacidad de limitar en la mayor
medida el consumo, porque las adicciones provocan profundos dramas
familiares, carencias en los hogares y sostienen un modelo de
dependencia.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE