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"..Caminito del indio sendero colla, sembrao de piedras, caminito del indio que junta el valle con las estrellas.." canta Atahualpa Yupanqui
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1.- No es cierto eso de que los trabajadores no tienen opinión. La tienen y son capaces de entregarla cuando los invitamos a expresarla, solo hay que entender que las asambleas no son monólogos de los dirigentes (y a veces monólogos bastante deficientes y poco motivadores) sino espacios donde se analiza y discute todo.
En las reuniones sindicales no debe haber limitaciones de ningún tipo, salvo aquellas que guardan relación con el buen trato y el respeto entre las personas. En las asambleas nadie puede ni debe inhibirse de dar a conocer su opinión, no importa si cree no tener condiciones de orador o sufre con algunos términos de uso común que no maneja.
En la reunión lo más importante es que el trabajador diga lo que piensa y siente. Las asambleas deben dejar de lado la formalidad, romper esquemas y hacer del encuentro regular un espacio atractivo al que los trabajadores acuden gustosos.
En una reunión de sindicato el orden de los factores no altera el producto. Nadie dice que siempre el acta anterior debe ser el primer tema en ser tratado. ¿Han probado alguna vez en el directorio sindical escoger un tema y pedirle a uno de los dirigentes que exponga sobre el mismo? Si, un integrante del directorio, ya que no necesariamente debe ser el presidente quien lleve el pandero de toda la reunión.
El secretario y el tesorero pueden y deben tocar otros temas que escapen de lo que se supone son sus responsabilidades. Si esto no se produce muchas veces es por responsabilidad de los mismos que ocupan dichos cargos ya que delegan en el presidente todas las potestades, así si hay errores o apreciaciones que la asamblea no comparte es más fácil integrarse al equipo de los que critican, en vez de correr el riesgo de ser criticado.
2.- La asamblea sindical es la escuela formadora por naturaleza. En ella por cierto deben tratarse todos los temas que tienen injerencia con las remuneraciones y otros problemas que afectan a los trabajadores en su diaria relación con la empresa, pero es bueno tener en claro que este no es todo el trabajo de la organización sindical.
La conciencia de clase se forma y el mejor instrumento para lograrlo es la entrega de elementos que ayuden a ello. Dar a conocer la historia de las luchas de los trabajadores, el rol que estos tienen en el desarrollo de la gestión de los gobiernos, así como la responsabilidad que tienen cuando concurren a votar para elegir autoridades parlamentarias y comunales, son también elementos importantes en la labor regular del sindicato. Y si alguien se atreve a dejar de lado la importancia de la recreación y la cultura, la integración de la familia en las labores del sindicato, ciertamente se está dejando de lado importantes elementos que influyen en la formación de la conciencia de clase.
Eso y mucho más es parte del trabajo del sindicato.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión C.G.T. CHILE