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"..No me siento extranjero en ningún lugar donde haya lumbre y vino tengo mi hogar.."
canta Joan Manuel Serrat
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1.- Hay una seguidilla de hechos que estamos obligados a tomar en cuenta para construir opinión, y hacer llegar ésta a millones de trabajadores que permanecen impávidos, sin reacción, mientras son avasallados en sus derechos básicos.
Desde el discurso apocalíptico de la derecha que logró convencer a millones llevándolos primero a rechazar la propuesta de nueva Constitución y luego aceptar a fardo cerrado un acuerdo político parlamentario - sin excepciones desde la derecha a la izquierda - por medio del cual se eligió a una comisión de expertos y consejeros constitucionales, hasta acciones contra el narco que son solo testimoniales sin ayudar en nada a la erradicación de ese flagelo, pasando por cierto por las fundaciones que reciben millones,
padres de senadores acusados de violación y una ley de 40 horas semanales que está siendo expuesta de manera incompleta. ¿Por qué suceden tales cosas?
Principalmente por el rol que juegan los medios de comunicación, que dan espacio preferente a todo aquello que genera temores y preocupaciones a la ciudadanía (portonazos, asaltos varios, inseguridad, alzas, catástrofes) así como a los avatares de la política en donde nos muestran a algunos muy buenos preocupados de los ciudadanos y los niños y otros que son puro caos y sinverguenzuras. No es mera coincidencia que los malos sean asociados con el gobierno y los buenos con la oposición.
Los medios venden y la gente compra sin cuestionar, por eso estamos como estamos.
2.- Todo seguirá más o menos igual, si no hay un cambio en la conducta de la ciudadanía. Que salga de la pasividad y se transforme en actor que denuncia y exige soluciones.
El punto es que no se puede seguir solo con acciones particulares y esporádicas en determinados sectores y cuando la paciencia se acaba. Es necesario construir plataformas, planificar mecanismos de exigencia y por sobre todo organización que se preocupe de dar curso a las acciones, así como de movilizar a centenares de miles.
De lo contrario seguiremos con lo que se ha hecho costumbre: manifestación en un sector determinado, presencia de fuerza policial para desactivar el foco, la instalación de mesas de todo tipo que concluyen generalmente en soluciones de parche y a esperar que pase el tiempo para constatar que poco o nada se avanzó y volver a movilizarse de nuevo.
Ese camino ha demostrado ser insuficiente y poco provechoso.
O tenemos presencia masiva y activa en todos los sectores o seguiremos esperando que los dueños del poder decidan y sigan vendiendonos la merca que a ellos les interesa vender.
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MANUEL AHUMADA LILLO
PRESIDENTE DE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria