"..Habrá que juntar pertrechos, fijar el plan de autodefensa cavar pronto las zanjas pa' que entre la autoridad.."
canta Jorge Venegas
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1.- Si hay algo que es importante en el trabajo sindical es contar con la confianza de quienes integran la organización, confianza que se ha resentido con tantos casos de corrupción y abusos de frescos y frescas, que llegaron al sindicato para servirse y no servir.
A NO OLVIDAR
No pocos son quienes miran con dudas y desconfianza cuando se les invita a sindicalizarse, y es que ha pasado cada cosa que no se les puede criticar por esa actitud.
La organización sindical no fue inmune a la descomposición de la sociedad y se fueron integrando a ella personas inescrupulosas, que se aprovecharon de las ganas de luchar de muchos.
Con bastante labia tomaron en sus manos las exigencias de sus compañeros de trabajo pero solo para buscar beneficios personales, sin importarles el daño que causaban al sindicato que con tanto esfuerzo se había construido. Se robaron los dineros recaudados, suscribieron contratos colectivos sin consultar con sus asociados, vendieron los fueros a cambio de entregar información sensible de la organización.
No dejaron barrabasada por hacer y, en no pocos casos, la organización feneció sin poder cumplir con su objetivo.
¿Cómo se puede volver a reconstruir confianzas despùes de todo esto?
2.- Por cierto la tarea no es sencilla, pero si se puede volver a levantar algo sobre las ruinas de lo destruido.
Para eso será vital cambiar las formas de trabajo, volver a reencontrarse con los trabajadores y educarlos respecto de sus deberes y derechos. Si, aunque muchos ariscan la nariz cuando hablamos de deberes, es momento de que los trabajadores entiendan que lo pactado en el contrato hay que cumplirlo. Serán ellos en su práctica diaria, quienes deberán darse cuenta que están siendo abusados en sus derechos y que deben organizarse para reclamarlos.
Pero si antes no entienden que deben llegar a la hora, cumplir las obligaciones, cuidar los instrumentos con los que trabajan, abstenerse de drogas y alcohol y otras tantas cosas en las que caen, será muy difícil que se organicen para luchar por lo que merecen.
Nuestra tarea es trabajar junto a ellos para mostrar el camino correcto.
Y, para los escépticos, si es posible conseguirlo.
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MANULA AHUMADA LILLO
PRESIDENTE DE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria