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"..Contra el gobierno del hambre nos vamos a levantar todos los trabajadores codo a codo por el pan.."
canta Rolando Alarcon
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1.- En camino a un nuevo primero de mayo, todo indica que seguimos adoleciendo de una falla que parece ya marca de fábrica. Cero, sí, cero evaluación de cuánto se ha crecido en este periodo, como y a cuántos trabajadores se apoyó en su proceso de organización y lucha cuando fueron a la huelga. Con qué instrumentos se llegó a esta clase trabajadora, desencantada de ver a sindicalistas aplaudiendo obras de un gobierno, obras que no guardan relación alguna con las plataformas de lucha históricas de las organizaciones que aplauden.
Nosotros estuvimos cerquita de cerrar puertas, pero trabajamos duro para sobreponernos y en este acotado tiempo desde que iniciamos nuestra refundación atendimos 12 negociaciones colectivas de sindicatos afiliados, que incluyeron a casi 1000 trabajadores, tuvimos una huelga de 7 días, logramos reajustes reales que no superaron el 3% en promedio, mantuvimos todos los beneficios históricos de colectivos anteriores y avanzamos otro pasito en este camino de conseguir que no se descuente el aporte del seguro de cesantía con artículo 161.
Realizamos 4 cursillos de formación en el que participaron 80 dirigentes y se logró participación por zoom, conmemoramos el día internacional de la mujer con una charla sobre sala cuna y constituimos 2 sindicatos con un total de 80 nuevos socios.
Cierto, no es suficiente, pero es nuestro balance y nos proponemos ir por más.
2.- No basta solo con marchar y hay que tenerlo claro. Cuando todo indica que las marchas debieran ser el corolario de un proceso de acumulación de fuerzas y luchas, momento de balances sobre lo avanzado y lo que queda por hacer, cada vez se transforman más en un momento de desahogo sin un norte definido y, aunque se resistan a creerlo, eso es percibido por los millones de trabajadores sin consciencia, que siguen sin ver a muchos en las calles persistiendo en la educación, promoviendo la organización dando razones para la lucha.
La responsabilidad no es solo del adversario de ideas y propuestas, también es nuestra y debemos asumirlo para cambiar.
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MANUEL AHUMADA LILLO
PRESIDENTE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria