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"Mi dulce quehacer, mi sueño de ayer, mi equipaje, mi tibio rincón, mi mejor canción, mi paisaje.."
canta Joan Manuel Serrat
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1.- Un queridísimo amigo nuestro, a quien no puedo nombrar pues no le solicité permiso, nos hizo llegar su reflexión, a propósito del acto de corrupción y apropiación indebida del que fuimos víctimas y hemos estado denunciando para alertar a otros, pues la bestia sigue actuando en la impunidad que le da el sistema, sistema que juró combatir cuando se dirigía a los trabajadores.
Por
María, Alejandra, Cristian, Juan y todos aquellos que han recibido
peticiones de dinero, no podemos callar ni nos callaremos.
El
tipo no es asesor sindical ni está ligado a la CGT es un timador y está
acechando. No se deje sorprender, denúncielo.
Dice
nuestro amigo: "ESTIMADO DON MANUEL: No soy quien para agregarle
comentario al desdichado capítulo que debiera condoler no solo a su
organización sino a la comunidad entera de trabajadores que no solamente
luchan valiente e incansablemente por abrirle surcos a un mañana digno,
justo e igualitario sino que comparten su solidaridad de clase,
estrechando la mano de sus hermanos bajo el signo de la buena fe y de la
confianza en que esa mano que estrechan, no es la mano pirata del
traidor(desgraciadamente, a veces nos olvidamos que esa confianza
indiscriminada suele llevarnos a nosotros ,los humanos, a vivir la
fábula de la tortuga y el escorpión, por lo que suele ser más prudente
cuidarnos de aquel que pontifica y se excede en vanagloriarse de su
"auténtica condición de proletario y brigadista de la clase obrera".
2.- Jamás vamos a renegar de la confianza ni la fraternidad entre compañeros, pero lo que hemos vivido nos obliga a replantearnos algunas cosas. No hay que perder jamás la rigurosidad. Ni al mejor de los compañeros se le pasa un cheque si no hay respaldo. A nadie se le pone plata en las manos sin reclamar de inmediato los comprobantes de pago que se hicieron con esa plata. Los dirigentes no pueden solo estar en la organización por el cargo, deben ser controles activos y partícipes de la gestión.
Las
comisiones revisoras de cuentas tienen que ser entes activos, autónomos
e independientes. En lo posible controlar mes a mes el actuar de
presidente y tesorero respecto de los recursos económicos de la
organización.
El
control, la vigilancia y la disciplina son vitales para que aquellos
que se separan del proyecto no dañen la estructura sindical, pues
ciertamente los trabajadores siguen requiriendo guía y orientación para
salir adelante con sus sueños.
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MANUEL AHUMADA LILLO
PRESIDENTE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria