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"..Perdona hermano mío si te digo que ganas de escribirte no he tenido no se si es el encierro.."
canta Juan Carlos Biglietto
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1.- ¿Que hace que los trabajadores, pese a todas las penurias que cargan, sean incapaces de levantar su voz y demandar respuesta a aquellas cuestiones básicas que harían un poco más digno su pasar por la vida?
Hablamos de un ingreso mínimo que permita superar la supervivencia en la que millones se debaten actualmente, beneficios tan concretos como pagos mensuales por locomoción, colación y aguinaldos. No vamos a plantearnos más puntos de reivindicación pues repetiremos lo que hoy se ha transformado en un ritual de resultado impredecible cuando no desastroso. Si no hay organización y fuerza los resultados son del carajo.
El primer factor para esta apatía es el miedo, miedo al despido, a perder lo poco que se tiene, a ser mirado de manera distinta por jefes y supervisores, un candidato seguro a la pole position cuando de rebajar las planillas de personal se trate. También atenta contra la rebeldía, la individualidad que por momentos llega a ser exasperante, dolorosa e incomprensible.
Veamos no más, como ahora van por la calle los asalariados privados de todo. Poniendo caritas feas si se encuentra con una manifestación pues esta los obliga a estar más atentos de lo que hay adelante. Sí basta ver cuando los entrevista la tele, gente humilde y pobre, pidiendo más fuerza pública y mano dura.
Tranquilidad y orden reclaman, lo necesitan para poder seguir cabeza gacha leyendo mensajes en sus aparatos móviles, escuchando y enviando mensajes. Mientras más enajenados mejor, eso es lo que demanda el sistema y los que menos tienen son los que más aportan a esta exigencia del capital.
2.- Otro gran enemigo de la clase trabajadora es el consumo exagerado. Parten por comprar todo aquello que les vendan y mejor aún si está lleno de lucecitas. No hay casa propia pues todos los ingresos se van en adquirir bienes suntuosos que no ayudan para nada a salir de la miseria. No hay pan para todos en casa y día a día, pero si televisores con smart tv, celulares de última generación y no son pocos los que lucen cacharritos bien enchulados en las puertas de sus casas, aunque las calles están sin pavimentar, las veredas no existan y las áreas verdes o las placitas, que no se dan en todos los barrios, están llenas de desechos y fecas de perros, a los que se les da incluso más importancia que a los hijos.
Esto es un somero resumen de lo que vivimos a diario pero que evitamos comentar. Es cierto que la responsabilidad principal es del sistema que instaló todas estas cuestiones ¿pero no es acaso obligación de los más claros, machacar y machacar hasta que la gente entienda que debe cambiar sus hábitos y costumbres para dignificarse?
Hay pega por hacer camaradas, salgamos a construir conciencias para posibilitar un estallido social exitoso.
************Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria