PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE 18 MARZO 2022


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",,No quiero dios ni salvación, no quiero vida en el más allá , no quiero dios ni religión, no quiero mierda en mi corazón.." 
             canta Gatillazo
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1.-
 Hablamos de un déficit profundo en la acción sindical. Restarse a la acción externa y la solidaridad está entre los puntos altos de esas deficiencias. Sin embargo hay una cuestión más grave, y es la desnaturalización que del rol del Sindicato hacen algunos dirigentes y trabajadores. 

Ellos ven a la organización como una cuenta de ahorro a la que se le hacen depósitos mensuales (la cuota sindical) y creen que estos depósitos les deben ser retornados una vez al año. Han llegado hasta reclamar la restitución de las cuotas, cuando por una u otra razón terminan su relación con la empresa. 

Algunos dirigentes son muy amigos de conseguir convenios en diversas casas comerciales, donde el crédito es el principal elemento y también obtienen garantías en instituciones financieras, para que los trabajadores se endeuden, sin evaluar el enorme daño que provocan a sus asociados.

En esta equivocada visión de la organización y su gestión, la negociación colectiva es un proceso en el que, a lo más, se busca mantener los beneficios obtenidos, conseguir un bono por termino de negociación y la obtención de préstamos blandos (dineros que facilita temporalmente la empresa y que son devueltos por los trabajadores en cuotas sin reajustes ni intereses).

2.- Contra estas visiones estrechas, debe enfocarse el trabajo de la organización sindical de clase. Ir siempre más allá del límite estrecho de la empresa, saber que la unidad más amplia permitirá avances para el conjunto de los trabajadores. Y que esto no se interprete como la renuncia al trabajo interno, que es importante y necesario. 

Se trata de visualizar la enorme fuerza que genera la unión de los trabajadores, más allá de la empresa en la que trabajan. 

En el plano organizacional sin duda que lo ideal sería un solo y gran Sindicato donde estén todos los trabajadores incorporados, cualquiera sea la empresa.

Esta es nuestra realidad en el siglo XXI. No hay una fuerza sindical, organizada y poderosa. 

Existen miles de pequeños instrumentos llegando al extremo que en una misma  empresa hay más de un sindicato y pese a ello no siempre concitan un buen grado de adhesión entre los trabajadores. 

Si a lo anterior sumamos la poca convicción, la desconfianza, e incluso el miedo de los trabajadores, tenemos el terreno abonado para que el patrón imponga sus condiciones.

Basta de constituir 2 , 3 o más sindicatos por empresa, hay que renunciar a ciertas pretensiones personalistas y construir pensando en el futuro de todos los trabajadores de la empresa.  

Un solo instrumento para todos según la actividad económica, que puede ser local, regional e incluso nacional. A trabajar en ello.

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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria


MANUEL AHUMADA LILLO 
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE