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".. Te digo mañana es tarde te digo que el tiempo apremia,Te digo mujer que es tarde Oye el tiempo apremia.."
canta Amparo Ochoa
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Los problemas se acrecientan y no siempre la respuesta es clara, expedita y de solución profunda. Se han generado interesantes espacios y pese a ello el maltrato, la falta de oportunidades y la discriminación se siguen resistiendo a batirse en retirada. Para complicar aún más las cosas, hay en algunos lugares un discurso anti varones que no ayuda, pues a fin de cuentas la explotación y el abuso - aunque ciertamente afectan con mayor rigurosidad a la mujer - no son privativos de un género.
Los sucesivos femicidios y la violencia de todo tipo contra la mujer, dan cuenta no solo de la resistencia del machismo y el patriarcado a retroceder en sus absurdas y agresivas propuestas, sino también y por sobretodo dejan a la vista el tratamiento discriminatorio que se da a este tipo de acciones, ya que la gran mayoría de las mismas no son ni siquiera cubiertas comunicacionalmente, por tratarse de mujeres anónimas pobres y humildes.
2.- Una base de datos de la OMS de encuestas realizadas entre 2000 y 2018, da cuenta que el 27% de las mujeres en el mundo entre 15 y 49 años ha sufrido alguna violencia física o sexual por parte de su pareja.
La evidencia sugiere que la violencia comienza a temprana edad. El 24% de las mujeres ha sufrido violencia de parte de una pareja íntima, al menos una vez luego de cumplir 15 años.
Hay datos que ciertamente deben llamarnos a la reflexión y a la acción. En Oceanía el 49%
de las mujeres ha sido afectada por este tipo de violencia alguna vez en su vida, mientras que en el África Subsahariana Central, el índice llega al 44%. En Chile 1 de cada 5 mujeres ha sido objeto de violencia física o sexual por parte de su pareja.
Que quede en claro entonces que el 8 de marzo no se trata de ninguna fiesta ni celebración,. Es la ratificación de las demandas más sentidas de la mujer.
El respeto, el reconocimiento a la luchas de la mujer, además del trabajo de todos por eliminar estas lacras, deben ser ciertamente las banderas de quienes aspiramos a una sociedad más digna y justa.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión C.G.T. CHILE