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".. Todas las casitas tienen antena de televisión , que es la forma más sencilla de matar el tiempo mejor.."
cantan Los Zunchos
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Con
la revolución industrial se inició la producción a gran escala. Miles
de hombres, mujeres y niños trabajaban muchas horas diarias y obtenían
apenas lo suficiente para comer, mantenerse vivos y procrear, porque
cada vez se demandaba mas fuerza de trabajo, como en la esclavitud pero
con la "diferencia" de que ahora el ser humano era libre de trabajar
con quien quisiera.
La
perversión continuó con algo que parece vida pero no lo es. Viviendas
miserables, carencias de servicios mínimos, ni siquiera agua o
electricidad en el lugar donde se vive. La explosión social no tardó en
expresarse, los golpes y las balas pusieron a los "esclavos libres" de
nuevo en el camino y a seguir produciendo.
Invadieron
países quitándoles la mayoría de sus materias primas, llevaron sus
máquinas, sus fábricas, a todas partes y comenzaron a matar el medio
ambiente. Arrasaron con los bosques o quitaron lo que por siglos habían
mantenido el equilibrio del sistema, para plantar aquellos árboles que
les generan ganancias y más ganancias en el menor tiempo posible.
Cuando
ya no pudieron mantener las cosas como estaban y se les venía la
noche, resolvieron dar algunas garantías pero bajo sus términos.
Soltaron un poco la presión para calmar la "cuestión social" ,
entregaron leyes que permitieron disminuir la jornada y entregar
descanso, pero la explotación y el abuso se mantuvieron.
Por
eso hay que hablar con claridad con los trabajadores. El capital es
nuestro enemigo, el adversario a derrotar y eso no lo vamos a lograr
solo con reclamos, por muy duros y continuos que estos sean. Tenemos que
mostrar caminos, utilizando las redes sociales, elaborando e
imprimiendo cartillas educativas, diciendo a los trabajadores que la
sociedad está dividida en clases y que nos corresponde alinearnos junto a
la clase trabajadora y desde ahí avanzar en procura de satisfacer
nuestras demandas.
2.-
Es claro que debemos dar la pelea, luchar por nuestros derechos, pero
hasta ahora solo somos unos cientos de miles cuando deberíamos ser
millones. Es urgente mostrar a los millones de carenciados de todo,
cuáles son esos derechos.
Si
el trabajador se educa abrirá sus ojos, construirá sindicatos y
avanzará hacía la presentación de proyectos de contratos colectivos.
Debemos estar ahí para facilitar la gestión y apoyar la acción, entregar
orientaciones y facilitar espacios.
Es la tarea prioritaria y no le podemos hacer el quite.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE