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"..Mamá se perdió al nacer, no tengo hermanos, a papá se lo llevaron pronto, antes de amanecer.."
canta Reincidentes
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La
escuelita y la casa de techo rojo (que antes del golpe era llamada la
casa blanca, único lugar del cerro Chena, donde para el 18 chico no se
tocaban cuecas, sino que música rock).
Cuando
llegamos con la jueza Cecilia Flores a lo mas alto del cerro, pude
identificar 2 lugares. El amplio techo del galpón construido al lado de
la escuelita en la parte sur del cerro, a unos cientos de metros de la
carretera hacia el poniente, por el sector denominado Lo Blanco (algunos
años después, con otra jueza, logramos encontrar la escuelita según
estas coordenadas y algunos testimonios de ex conscriptos).
Abajo,
casi frente a nosotros, un trozo de loza brilla iluminado por tibios
rayos de sol. Llegamos hasta ahí y no quedaban dudas, era parte del piso
de lo que había sido la casa del techo rojo, en la loma también a
cientos de metros de la carretera, en la entrada al cerro por el sector
de San Alfonso.
En ambos lugares convivieron la vida y la muerte y hasta entonces no habían sido identificados.
"La
juez del Primer juzgado de letras de San Bernardo, Cecilia Flores , es
una mujer valiente y decidida, dueña de una enorme fuerza interior, que
reivindica a la vilipendiada justicia. Está decidida a esclarecer los
hechos, dar con el paradero de Jenny y los demás casos de desaparecidos
que investiga.
De
paso, su investigación será la prueba mas concluyente y definitiva en
cuanto a establecer que en ese lugar, se mantuvo detenida, se torturó y
se ajustició sumariamente a una cantidad indeterminada de personas. La
magistrado supervisa personalmente cada una de las diligencias que
ordena. Tiene un trato deferente y respetuoso hacía los testigos,
quienes después de tantos años reviven lo ocurrido. Sus palabras
afectuosas han traído la calma cuando las lagrimas luchan por salir.
Y
es que no fue fácil recorrer lugares donde la línea divisoria entre la
vida y la muerte fue mas tenue que nunca. Todavía resuenan y duelen las
palabras y las certezas de los detenidos respecto del futuro que les
esperaba.
Con
su trabajo , la juez Flores y sus colaboradores, van dejando claro
para las generaciones futuras que en la comuna de San Bernardo existió
un lugar de detención, clandestino en sus inicios , donde se violaron
con total impunidad los derechos humanos.
Fueron dolorosas horas durante las que repasamos los hechos, algunos de los cuales dan origen a este testimonio escrito .
Se
trata de hechos reales de los que tienen que hacerse cargo, quienes los
negaron así como aquellos que los promovieron y con posterioridad los
justificaron y aún hoy los justifican.
El
26 de Diciembre del 2001, pasado el mediodía, llegue nuevamente a las
instalaciones del Primer Juzgado de Letras. Los testimonios entregados ,
junto a los antecedentes recopilados durante la investigación, habían
llevado a declarar ante la magistrado a dos de los muchos que aplicaron
tormentos a los prisioneros en Chena.
El
paso de los años no sacó la maldad de sus rostros, ni alteró el timbre
de la voz. Negaron haber tocado alguna vez a un detenido, aunque
reconocieron haber estado en el lugar. Estuvimos ellos y yo, yo y ellos,
lado a lado, separados solo por algunos centímetros .
Los seres omnipotentes de ayer no se atrevieron a mirar de frente. Eran ellos , no había duda alguna".
*Del libro Testimonio -Cerro Chena- Un Campo de Prisioneros
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLOS
Secretario CGT CHILE