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"..Toro mata ahí, toro mata, toro mata rumbambero toro mata, toro viejo se murió, mañana comemos carne.."
canta Eva Ayllon
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1.- Es doloroso decirlo, pero entre los argumentos de muchos trabajadores para rechazar la organización, está que los sindicatos no sirven para nada y que los únicos que ganan algo son los dirigentes.
Existe
una gran desconfianza en el que hacer de las organizaciones y los
dirigentes y no podemos quitarle la vista al problema. Hay que trabajar
duro por recuperar la confianza de la clase trabajadora.
Ser
dirigente sindical es una gran responsabilidad y debe ser asumida como
tal. No es solo el tiempo en que se disfrutará de fuero, que ya es un
beneficio del que no disponen los trabajadores que se representan, es
también el espacio de tiempo en que las preocupaciones personales deben
hacer lugar para las preocupaciones del grupo, corriendo el riesgo de
que las primeras sean superadas por las segundas. El dirigente
sindical tiene la obligación, el compromiso, de estar a disposición de
sus representados para clarificar dudas, entregar orientación sobre las
materias que se le consultan, calcular el pago de un finiquito y
entregar una orientación sobre las más diversas materias. Los socios
deben verlo como una persona en la que pueden confiar siempre.
Tiene
que prepararse para exponer con la mayor claridad y sin dudas, todas y
cada una de las gestiones de la organización, al interior y fuera de la
empresa. Trabajar en comunión con los demás miembros del directorio sin
importar el cargo, además de educar permanentemente a sus representados
sobre el rol de la organización y el papel de los socios en ella.
El
dirigente no puede desarrollar actividades que lo comprometan o
cuestionen, como reuniones con directivos de la empresa sin el
conocimiento de su directorio y los trabajadores, tampoco debe aceptar
ningún tipo de regalía o beneficio que pudiera ponerlo por sobre los
demás, además de evitar desarrollar negocios o intentar sacar
beneficios de cualquier tipo por su condición de dirigente.
En
el sindicato todos los socios tienen los mismos deberes y derechos,
pero si alguno tiene a la vez la condición de jefe o responsable de
tareas dentro de la empresa, debe pensarlo muy bien antes de asumir la
responsabilidad de ser director sindical, pues su obligación es la
defensa de los trabajadores y a veces esta defensa choca con las
políticas de la empresa. Defender las demandas de los trabajadores
obliga a tomar posiciones y eso puede confrontarse con la
responsabilidad que se tenga al interior de la empresa.
Los trabajadores siempre están primero.
El
dirigente sindical debe ser probo, evitando compromisos incompatibles
con su rol, utilizar las horas sindicales para lo que corresponde y
evita tomar compromisos de ningún tipo, sin consultar primero a sus
representados.
2.- Los
socios del sindicato deben respeto a su organización y a los dirigentes
que eligieron. Si hay descontento con ellos este debe expresarse en
forma clara y directa, siendo la asamblea el lugar indicado para
hacerlo. La asamblea siempre será el soberano y cuando una mayoría
amplia asume una decisión, la minoría debe asumirla y hacerla suya.
Lo
mismo queda para el directorio sindical y si las diferencias son muy
profundas e imposibles de soslayar, deben exponerse los antecedentes en
la asamblea para que sea esta la que resuelva.
Una
organización unida, clara en sus definiciones y con participación
activa de socios y dirigentes es lo que se requiere para comenzar a
ganar luchas.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE