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"..Dale tu mano al indio, dale que te hará bien , y encontraras el camino como ayer yo lo encontré .."
canta Soledad Bravo
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1.- Que
el mismo que derogó normas que permitían a los trabajadores cautelar y
vigilar el correcto manejo de sus fondos, y que además promulgó una ley
de seguro de cesantía donde los patrones recuperan el aporte a ese
seguro si pagan indemnización, rechace que se levante el secreto de
información que pesa para el informe de la Comisión Valech durante 50
años, no es extraño.
No
le preocupa a Lagos ni a todos los que han hablado sobre el tema, el
bienestar de las victimas - que por lo demás a través de distintas
organizaciones de victimas y de derechos humanos han estado siempre en
contra del secreto de dichos testimonios -.
Lo
que les debe preocupar de sobremanera es que al levantarse dicho
secreto, sean expuestos totalmente los criminales y asesinos que
estuvieron detrás de esas aplicaciones de tormentos.
Hace
ya tiempo que muchos valientes expusieron lo que vivieron en sitios
clandestinos y públicos de detención. En esos lugares, ante la
complacencia de tribunales de justicia que no movieron un dedo para
garantizar el derecho a la defensa y en definitiva a la vida, se
aplicaron tormentos, asesinaron e hicieron desaparecer a personas.
Lo
hicieron no buscando beneficio personal sino como una forma de exponer
ante la ciudadanía, que lo vivido no fueron exabruptos de algunos
enajenados con galones y jinetas, sino una política que tenía como
objetivo exterminar a todos aquellos que pensaban distinto.
Lo
que vivieron muchos que cayeron detenidos y sufrieron la tortura,
sirvió en muchos casos para ratificar posiciones y seguir adelante.
Probablemente con temores y dolores, que sin embargo lo les
inmovilizaron ni les impidieron dar testimonio aquí y en el extranjero.
Ocuparon su lugar en los espacios que se abrieron y lucharon con fuerza
por que las cosas cambiaran de raíz.
Ya
en esos años se hablaba abiertamente, de lo sufrido ante cada golpe de
los servidores de la dictadura a los distintos espacios que el pueblo
creaba para su defensa y proyección. ¿Fue doloroso? por supuesto, pero
así fueron las cosas en la dictadura y cada quien sabía los costos que
podría tener la lucha en la que se involucraba.
Cuando
la detención, tortura muerte y desaparición no lograron silenciar el
clamor de un pueblo rebelado, comenzaron los allanamientos y fruto de
ellos las relegaciones que afectaron por igual a dirigentes sindicales,
de pobladores, estudiantes, organizaciones sociales de base, e incluso
militantes políticos que hacían frente a la dictadura. Creían que con
eso frenaban la lucha popular y se dieron con la puerta en los hocicos
.
No
solo no lograron su objetivo, sino que el ejemplo de los que caían
parcial o definitivamente, nos llenaba de fuerzas y ganas de seguir
luchando.
2.-
Cierto, la lucha no fue para instalar a estos, que hasta se olvidan de
lo que pasó y casi no lo mencionan (a no ser que haya campañas
políticas donde se tocan los temas y hacen gala de su cinismo al
mostrarse golpeados y conmovidos con lo sucedido) , pero las eternas
discusiones sin resolver en la izquierda y la débil organización social,
les ha permitido mantener vigentes todos los acuerdos que en su momento
tomaron con el dictador y sus servidores.
Cuesta
avanzar, que duda cabe, pero cada espacio que se va abriendo es un
triunfo, por lo que debemos apoyar a los convencionales constituyentes
que han sostenido la necesidad de terminar con el secretismo de esa
información que fue entregada por miles de victimas que vivieron para
contarlo.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE