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"..Mira cuanto gilipollas que me van de libertarios y luego van predicando sistemas totalitarios.."
canta Arpaviejas
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1.- ¡¡Los trabajadores no escuchan, no creen lo que les decimos, no están ni ahí con educarse en sus derechos!!
En
muchas ocasiones hemos escuchado estos argumentos, cuando conversamos
con compañeras y compañeros para invitarles a apoyar el trabajo de
educación consciente y clasista.
Lo
que es preocupante es que los mismos argumentos son expuestos por
dirigentes cuando evaluamos el trabajo al interior de los sindicatos y
en las empresas.
Entendemos
el desanimo y la perdida de fuerzas. Son tantas las horas que se ocupan
en confeccionar material de apoyo y de estudio, que da algo de coraje
que los trabajadores se resistan e incluso rechacen recibir el material
cuando se les ofrece en la calle.
¿Y
será cierto eso de que ya no hay mucho por hacer y no queda otra que
partir por ahí a hacer cualquier cosa para no sentir que lo perdimos
todo?.
Nada
mas lejos que eso. Debemos estar plenamente conscientes de que el
tiempo que nos tocó es el mas difícil de todos. Es el tiempo en que el
capital puso en juego toda su capacidad y no explota descaradamente ni
priva a los asalariados de todo, como lo vivieron de alguna manera
nuestros padres y mucho mas duro nuestros abuelos y quienes estuvieron
antes que ellos.
Hoy,
hay respuesta a muchas de las necesidades insatisfechas, desde
alcantarillado hasta agua caliente para la ducha. No todos se van a la
pega en bicicleta o colgando de las micros, muchos tienen su cacharrito,
además que se ha extendido grandemente las lineas del Metro.
2.- Sin
embargo, aún son millones quienes se descrestan trabajando horas extras
o bien trabajan en dos y hasta tres lugares para obtener recursos con
los que sostener lámpara dignidad que han alcanzado y cubrir las deudas
contraídas.
Al
instalarse la individualidad y el consumo ciertamente que los
trabajadores se retraen a su espacio y no ven salidas. Pero es nuestra
obligación generar los mecanismos para hacer visibles las soluciones.
Los
instrumentos entonces deben ser diferentes, pero no para cambiar la
ideas y propuestas, sino para llegar con mas certeza y claridad.
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Nuestra Fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE