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"..A
un inmigrante no le hace mucha gracia cuando se le ríen en una
democracia, no cobra nada por un puto trabajo, después lo deportan.."
Skalariak
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1.-
Cada cierto tiempo nos impactan algunas muertes. Las lamentamos y
cuando es necesario las condenamos, porque no nos parece bien que tenga
que morir gente para que tal o cual causa o situación se haga noticia.
Y
sin embargo los israelíes siguen matando palestinos y en Colombia
aumentan los muertos y desaparecidos, ante la abulia de la mayoría de
los gobiernos y el silenciamiento de los medios de comunicación.
Como
no condolerse ante la muerte de familias y de niños en incendios, que
regularmente se producen en sectores donde el hacinamiento es una forma
de vida. Existe la estadística, pero se silencia. Decenas de miles de
familias viven en condiciones infra humanas, carecen de agua potable y
electricidad, ni hablar de calles y veredas con pavimento y de áreas
verdes. La falta de viviendas es la culpable de que sigan perdiéndose
vidas, pero se hace poco o nada por cambiar tan dolorosa realidad.
Delincuentes
atacan sin piedad a otros ciudadanos para apropiarse de vehículos o
bienes de hogar, los que luego de reducidos sirven en gran medida para
adquirir drogas y bienes suntuarios, en una espiral de decadencia
generada por el capitalismo. Muchos de estos delincuentes son jóvenes de
barrios periféricos, carenciados desde pequeños y absolutamente
trastornados por la propaganda consumista e individualista.
2.-
Por eso no se puede guardar silencio ante la muerte del sargento de
Carabineros en Collipulli, muerte que se suma a una larga lista de
fallecidos en la zona, que minoritariamente son policías.
En
efecto, así como han muerto carabineros y se hacen investigaciones con
gran resonancia donde todos reclaman el mayor rigor de la ley, han
pasado años y años y aún no hay total esclarecimiento y castigo al
asesinato alevoso de jóvenes mapuche muertos por balas policiales. Y el
gobierno debe cuidar su discurso, pues el ministro del interior ya ha
asignado culpas por la muerte del carabinero Rain, en circunstancias que
aún está abierta la investigación por dicha muerte.
¿O
acaso es algo menor lo sucedido a José Huenante, joven mapuche de 16
años, desaparecido después de ser detenido por un grupo de Carabineros
en la población Mirasol de Puerto Montt, el 3 de septiembre de 2005, de
quien hasta ahora se desconoce su paradero?
Se
ha hecho mucho daño, se ha abusado con el uso de la fuerza y se ha
despreciado a miles de compatriotas. Gobierno, parlamentarios, mandos y
tropa de Carabineros, medios de comunicación, opinión pública, ya es
hora de que se diga toda la verdad sobre lo que sucede en la Araucanía.
Hora
de decir que la maldad del Estado y la voracidad de los latifundistas y
terratenientes, arrebataron tierras que por siglos pertenecieron al
pueblo mapuche y que deben ser restituidas.
3.- Es
de esperar que la rapidez y eficiencia en aclarar algunos casos se
extienda, y se aplique la misma severidad jurídica que se reclama para
aquellos que son responsables de quitar la visión a Gustavo Gatica y
Fabiola Campillay, además de los cientos de víctimas que perdieron
parcialmente su vista, debido a proyectiles disparados por carabineros y
de lo que nadie habla.
Justicia para todos en el plazo más breve.
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Nuestra Fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE