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".. Andaré por los cerros, selvas y pampas toda la vida, abriéndole coplas a tu esperanza, tierra querida.."
Jorge Cafrune
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Nosotros hemos dividido arbitrariamente el proceso de negociación en 2 partes.
Durante la primera parte:
Vamos a esperar que se cumplan los plazos de la respuesta, objetaremos legalidad si es necesario y conversaremos con la empresa si es requerido por ésta. Lo que no debemos hacer es conversar si la respuesta es NO a todo. En este caso debemos limitarnos a decirle que no podemos negociar partiendo desde cero y esperar que la empresa se pronuncie. No podemos negarnos a ir a conversaciones si nos citan, pero eso no implica ir a negociar sobre la respuesta que la empresa nos ha entregado.
Obviamente que una de las cosa que debe ser excluida de nuestro trabajo, es aquella en que se asume que hablar de ajustes al proyecto implica disminuir los valores del mismo o renunciar a algunas peticiones.
No lo olvide, la única última oferta que tiene valor, es aquella presentada hasta 7 días antes del término del contrato colectivo vigente o del tiempo establecido para negociar.
Durante la segunda parte:
No debe sostenerse conversación alguna con la empresa desde la recepción de la última oferta o desde que venció el plazo para la presentación de la misma y hasta votada la huelga. Nuestro objetivo, ratificado en una reunión informativa, debe ser asegurar la votación de la huelga y activar la gestión de quienes integran las comisiones de huelga, que quedaron formadas desde el inicio de la negociación.
2.- j) La legislación habla de mediación obligatoria, que es una mediación reglada ante la Inspección del Trabajo para los primeros 5 días, ante petición de las partes.
Los trabajadores no debieran solicitar esta mediación, si es que no ha demostrado la empresa una voluntad real de querer negociar colectivamente. Si la solicita la empresa deben participar de ella, pero sólo se conversará sobre aquello que fue establecido por la asamblea como “los acuerdos mínimos para evitar la huelga”.
k) De hacerse efectiva la huelga debe ser permanente, constante, ojalá las 24 horas del día, salvo que la empresa no funcione con turno de noche, y esto dependiendo mucho de la ubicación geográfica de las instalaciones.
Hay que desarrollar contactos con el entorno, juntas de vecinos, agrupaciones juveniles, otros sindicatos. El apoyo externo será vital.
Debe analizarse detenidamente con los trabajadores lo que significa la huelga, las cosas que se ponen en juego.
No es solo la paralización legal de faenas. Es una respuesta potente, de fuerza, a la prepotencia del patrón y tratará de ser castigada por éste a futuro.
Es posible que haya despidos, persecuciones encubiertas, que no se obtenga todo lo que se demandó en el proyecto. En la huelga se participa consciente de los costos y beneficios, no es solo una cuestión de plata, es también dignidad, rebeldía. Todas las expresiones de esa rebeldía son válidas.
Lo único que no podemos permitirnos en una huelga es la expresión de derrota, la huelga es lucha, es acción, es bulla, es convicción.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE