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"..Oiga compadre, que hay que hacer ahora?. - Mire compadrito, lo he venido pensando hace harto tiempo y he llegado a la conclusión que no queda otra cosa que parar.."
Transporte Urbano
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La verdad es que si se toma en consideración todos los problemas por los que han atravesado la mayoría de nuestros compatriotas en los ultimos 14 meses, podríamos hasta concluir que dichas cifras son conservadoras.
Si solo tomamos en cuenta que hay más de 81.000 familias que viven en campamentos y son más de 800.000 las familias no han pagado por meses las cuentas de luz y agua potable, por que han optado por usar en alimentos y arriendo los pocos ingresos que tienen, además de la impresionante cantidad de trabajadores que fueron despedidos ( el 63.9% de las PYMES dice que tuvo que reducir su dotación de trabajadores), y los cientos de miles que están suspendidos de sus empleos o aceptaron rebajar la jornada y por ende la remuneración, tenemos mucha suerte de que no esté medio país enloquecido.
Aun así, ya comienzan a aparecer señales de hastío, cansancio y desesperanza y un 52% de los habitantes de Chile dicen estar agobiados (angustiado, abrumado, preocupado, oprimido, ocupado, sofocado, ahogado, fatigado, rendido, exhausto, cansado, fastidiado, molesto, abatido) por la pandemia.
Hasta ahora, la población ha aceptado las migajas que se le entregan, otra parte importante ha podido cubrir parte de sus necesidades con los sucesivos retiros de dineros desde las AFP, pero no hay elástico que tolere tantas y sucesivas estiradas.
En algún momento el elástico tendrá que cortarse y, si eso se produce, probablemente no estemos en condiciones de apoyar ni menos dirigir esa explosión.
2.- Nadie puede ponerse una venda y negar la existencia de manifestaciones y protestas contra la situación que se vive.
Las ha habido en distintas regiones del país, aunque salvo el paro del Unión Portuaria que fue presentado como una exigencia para el pago del tercer retiro de las AFP, no han habido otras expresiones de los trabajadores ni la sociedad en su conjunto que se hayan mantenido en el tiempo, lo que no tiene explicación si fijamos la atención en los datos que más arriba se entregan.
La explosión no logra producirse porque hay déficit en la organización popular. Y no solo déficit, también una desunión que es mirada complacientemente por la clase capitalista de nuestro país. Estamos desafiados a unir al discurso, la acción.
Vamos a cada lugar donde se concentren trabajadores a promover la organización, avancemos en generar instrumentos de organización en los barrios, unamos todas las iniciativas en un comando único y poderoso que convoque a la rebelión contra el sistema.
Para esto debemos trabajar sin pausas.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE