PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE 08 DICIEMBRE 2021


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".. Niño mi niño vendrás en primavera te traeré, gurisito mío lugar de madreselva te daré.."      
          canta Charo Cofre
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1.-
 En la negociación colectiva, la más grande aspiración de los trabajadores es obtener un reajuste vinculado al aumento del IPC. 

Si bien es cierto que lo mejor sería que dicho aumento fuera mensual, pues el poder adquisitivo se deteriora según aumenta el precio de los artículos que componen la canasta mensual a la que accede el trabajador, el Estado se hizo a un lado de esta discusión y dejó en manos de las partes - trabajador - patrón - la búsqueda de acuerdos sobre el particular. 

Tenemos si que tener claro, que el IPC en absoluto mide las reales alzas que afectan al bolsillo de los trabajadores mes a mes, transformándose simplemente en un guarismo económico, uno más de los que tienen el sistema para decir que todo marcha bien o utilizarlo para descalificar demandas de aumentos remuneracionales de los trabajadores privados y públicos.

Dado el bajo porcentaje de acceso a la negociación colectiva, millones en la empresa privada solo ven un aumento en sus ingresos cuando sube el monto del ingreso mínimo, aumento que por cierto dista mucho de responder a las reales necesidades de los asalariados. Más allá de diagnósticos y palabras de buena crianza, lo que es claro es que sin organización es casi imposible aspirar a sueldos dignos y justos.

Entre quienes negocian colectivamente la reajustabilidad por IPC tiene un promedio de 6 meses. En cada negociación se pide mantener esta reajustabilidad al mismo tiempo que se demanda un reajuste inicial, ante la certeza de que el IPC en absoluto refleja las alzas del costo de la vida.

2.- Y aquí es donde comienzan a llenarse los procesos de palabras raras. 

Se habla de reajuste nominal cuando en los hechos no hay reajuste, toda vez que se trata de la recuperación del IPC pendiente para todos aquellos que no pudieron fijar un aumento periodico por IPC o que no tienen asegurado el último tramo de este en el contrato colectivo que está culminando. 

Al mismo tiempo se habla de reajuste real cuando se aspira a mejoras que van por sobre el IPC acumulado incorporado a las remuneraciones. Por lo tanto si el trabajador obtiene un reajuste nominal del 6,1% y el IPC del periodo fue de 6%, el reajuste real que obtiene en sus remuneraciones es de 0,1%. Todo lo demás son palabras de buena crianza, que tienen por objeto no hacer tan dolorosa la derrota.

Basta ya de seguir hablando entonces de reajustes nominales y reales. De lo que se trata es de encontrar los mecanismos para que el IPC se vaya aplicando a las remuneraciones en forma periódica y buscar en cada proceso de negociación reajustes reales, efectivos, que  vayan mejorando las remuneraciones.

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Nuestra fuerza la Unidad 
Nuestra meta la Victoria


MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE