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"..Sube conmigo amor americano, besa conmigo las piedras secretas, la plata torrencial del Urubamba.."
cantan Los Jaivas
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1.- No más que tocamos el tema del contrato de trabajo y nos llenamos de preguntas. Debemos sí sentirnos gratificados de que la inmensa mayoría expresa, que por fin entiende que no da lo mismo trabajar con contrato que sin él y eso puede transformarse en el principio de la toma de conciencia, paso necesario para avanzar en la dignificación.
Seamos claros. Como asalariados tenemos mucho que perder si reclamamos derechos mínimos como que se nos haga contrato, se nos pague a tiempo el sueldo pactado y se entregue a las AFP y AFC el dinero que se nos descuenta para ello, que es nuestro dinero. Pero no hay duda que si algo que nos diferencia de las máquinas y de los animales, es que tenemos una serie de sentidos desarrollados y podemos percibir cuando nos están embromando.
¿Cuántos miles son los que ven pasar la fecha de vencimiento de los contratos de plazo fijo y suscriben una renovación del mismo, a veces mucho más allá de 30 días desde que venció el primer contrato?
Este solo hecho deja expuesta la fragilidad de la ley, así como la necesidad de insistir en que la fiscalización de estas denuncias debe ser lo más expedita y rápida posible y las sanciones a los malos empresarios drásticas y onerosas.
Así, asumiendo por un lado la conciencia de que son seres humano que tienen derechos y que existen instrumentos para sancionar la violación de estos, los trabajadores aprenderán a ponerse de pie.
2.- Los patrones hasta ahora se han servido del terror y el miedo para imponer sus condiciones y sin embargo y pese a los costos pagados - sobre todo en vidas - los trabajadores supieron encontrar instrumentos para responder a la prepotencia del capital.
El mayor de todos la unidad y la solidaridad. Ambos valores, imprescindibles en el trabajo de las organizaciones que los acogen , no siempre son bien aplicados. En efecto, si hay algo de lo que seguimos careciendo es de la capacidad de entender que si alguien resolvió visitar un conflicto, movilización o huelga es porque se sintió motivado a hacerlo.
No siempre practican lo que nosotros y a lo mejor les hemos criticado más de una vez - y con dureza - pero si van a entregar apoyo lo menos que se puede hacer es escucharles y si hay críticas a ese gesto, hacerlas ahi de cara a los trabajadores y no darle a nadie que nos visite, con la puerta en las narices.
La lucha de los trabajadores no tiene banderas y será en otro lugar y cuando se den las condiciones cuando nos podremos pasar la cuenta y decirnos todo lo que pensamos del otro.
En lo inmediato lo más importante es disponer de todos los espacios para la difusión del conflicto y recibir toda aquella solidaridad y apoyo que llega de organizaciones similares a la nuestra.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE