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"..Voy a hablarte querido compañero de la patria que ha de forjarse abajo, en los que hacen andar las herramientas.."
Gabino Palomares
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Pese
a lo evidente, son miles los que terminan comprando dicho mensaje y
apoyando las propuestas de este sistema nefasto. Si no lo cree fíjese en
lo que pasa con sus candidatos a presidente.
Tienen
varios, un ex oficial de carabinero que devino en el regalon de un
viejo facho en RN, sacó alas propias suficientes para llegar al
Parlamento y ser ungido presidente de su partido, instalado como
ministro y que ahora intenta ser candidato para suceder a Piñera. La
señora Mathei que odia a los empresarios, un señor Sichel que es regalón
de los empresarios, por lo que lo odia Mathei y el incombustible Lavin,
un tipo que aparece bonachón, que pasa de pinochetista acérrimo a
social demócrata y que incluso haría gobierno con sus adversario. El que
inventa una burrada por día y que, más allá de la estupidez que se le
ocurra, tiene el gentil auspicio de todos los medios de comunicación.
No
importa si Chile tiene 345 municipalidades, solo un selecto grupo de no
mas de 10 alcaldes tienen espacio para publicar sus noticias, el resto
es como si no existiera y de esa decena de privilegiados Lavin es el mas
beneficiado en una proporción que supera el 10 a 1. Lo dramático de
esta constatación es que, si no nos movemos rápido para contrarrestarla,
y habida cuenta de la dispersión en la mal llamada oposición de centro
derecha izquierda, corremos el riesgo cierto de que el próximo
presidente de Chile sea este demagogo.
Nada
hay en el horizonte que descarte de plano que ante el inminente avance
del candidato de la derecha, moros y cristianos que dicen estar al otro
lado de Lavin - pero que en cuanto pueden estrechan la mano a él y lo
que representa - terminen unificando criterios en una candidatura única
bajo la no menos conocida y fulera consigna y "de que hay que cerrarle
el paso a la derecha".
2.- Momento más que claro para que en alguna parte se comience a construir pensando distinto.
Que
se concluya lisa y llanamente que no hay nada más que hacer con los
mismos de siempre, que para cambios de verdad debemos pensar en
construir una alternativa. Alternativa social y política, alternativa de
verdad y no de consignas, dejando que cada sector construya propuesta y
reunir esas visiones distintas que tienen como centro la clase, a ver
si de una buena vez el sectarismo y el idiotismo, nos permiten mirar un
poco más allá de nuestras narices.
Los
trabajadores debemos encontrar la forma de emular el proceso de las
mancomunales, teniendo claro que el instrumento se construye con
organizaciones de verdad, autónomas e independientes, sin trampas ni
falsos compromisos, con disposición a educar a los trabajadores y
construir sindicatos en cada empresa que esté funcionando.
A ver si de una vez por todas somos capaces de sacarnos las anteojeras.
De lo contrario se viene Lavin o algo parecido.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE