PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE 28 MAYO 2022


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"..De nuevo quieren manchar mi tierra con sangre obrera, los que hablan de libertad y tienen las manos negras.." 
           canta Victor Jara 
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1.- 
Todos, prácticamente sin excepción, fuimos estudiantes y en esa condición participamos de los centros de alumnos y nos hicimos partes de las exigencias por mejoras al interior de los establecimientos, así como expusimos las propuestas de cambio respecto de los instrumentos que se requerían para mejorar la educación que formaba a quienes avanzaban hacia la educación superior. 

Ciertamente participamos en movilizaciones, marchas y manifestaciones, nos hicimos parte de las tomas de establecimientos y expusimos con mucha claridad las exigencias manteniendo siempre una comunicación cuya fluidez dependía de las autoridades educacionales. Nunca cerramos la puerta a la búsqueda de soluciones, aunque siempre mantuvimos firmes nuestras demandas y los argumentos de estas. 

Lo que nunca hicimos fue destruir lo que había al interior de los colegios y menos intentar dañar instalaciones, libros de clases o destruir por destruir. El cambio que buscábamos no pasaba por la destrucción del entorno, aunque más de una vez tuvimos que responder a la prepotencia policial, que cuando se trata de estudiantes desarrollan toda su saña y furia, de la que son incapaces ante delincuentes y provocadores. 

Lo sucedido en días pasados en el Instituto Nacional es una muestra de que algo no está bien en cómo se gestionan y desarrollan las movilizaciones, lo que hace menos perceptibles las demandas. Que los propios estudiantes hayan renunciado a una toma por la actitud de algunos al interior de la misma, es una clara muestra de que no todos están en la misma postura y eso no puede pasar desapercibido. Quienes atacan a sus propios compañeros o buscan imponer por la fuerza una forma de acción, o bien no son parte efectiva de la demanda o tienen objetivos ocultos que no sirven a la causa y eso siempre hay que denunciarlo.

2.- Los estudiantes desde hace muchos años reclaman por las deplorables condiciones de muchos centros de estudio. Salas de clase y otras instalaciones que se anegan con las primeras lluvias, mobiliario en mal estado o inexistente en muchos casos, alimentación deficiente, servicios higiénicos tapados, falta de profesionales y un largo listado de carencias, son las banderas de todos los que demandan cambios y no es posible taparse los oídos y cerrar los ojos ante estas exigencias. 

Debe haber respuestas concretas y claras, más comunicación entre partes, mejor disposición del Estado a hacer cambios profundos y también una estrategia de los estudiantes, que sea tan contundente que haga imposible ser soslayada cuando se suceden hechos como la quema de microbuses o destrucción de instalaciones que les sirven a ellos mismos y que se transforman en el centro de la información que se difunde, ignorando todo lo demás.

Por cierto que a la represión se debe responder con todas las herramientas de que se disponga, pero es muy distinto a creer que solo con acciones audaces, que no siempre cuentan con el compromiso de la gran mayoría de los afectados, se podrá poner en el centro las demandas estudiantiles y conseguir que se generen soluciones.

Como siempre hemos dicho, cada colectivo que se manifiesta tiene claras sus demandas y propuestas así como la forma de buscar respuestas a ellas, pero eso no implica que debamos guardar silencio cuando algunas acciones solo empañan la movilización y sacan los problemas reales del estudiantado desde la primera línea de las preocupaciones.

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Nuestra fuerza la Unidad 
Nuestra meta la Victoria


MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE