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"..El diablo fue al mar a escribir la historia del mundo, pero no había agua, Dios la había bebido.."
Facundo Cabral
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1.- Estamos ciertos que el desconocimiento es nuestro peor enemigo. Por lo mismo a veces nos encabritamos más de la cuenta cuando en vez de poner el énfasis en la necesidad urgente de educar a los trabajadores, se persiste en acciones efectista que más huelen a la necesidad de mantener presencia mediática que a preocupación por los más desposeídos.
Y que no se malentienda ni se interprete como la crítica a alguien o algunos en particular. Es la crítica a una costumbre arraigada en nosotros, sindicalistas, hace ya mucho tiempo. Se suscribe todo documento que se levante contra el sistema, pero no se cuenta con bases suficientes para hacer carne las demandas del documento suscrito.
Se es parte convocante de alguna movilización y con suerte aparecen algunos militantes de la organización, lo que deja en entredicho la fuerza y la capacidad de movilización.
Estamos convenciéndonos peligrosamente que la educación, la organización y la lucha de los trabajadores debe hacerse a través de las redes sociales, y descuidamos hasta el hartazgo el contacto permanente con las bases.
Cierto, puede no ser el caso nuestro o vuestro o de aquellos, pero cerrar los ojos a esta realidad dilata innecesariamente la discusión sobre el cambio en los métodos, para entrar a pelearle al sistema que nos sojuzga.
Hay millones de trabajadores que ni siquiera tienen la posibilidad de sindicalizarse o negociar colectivamente y en función de llegar a ellos deben estar puestos nuestro mayores afanes.
2.- Muchos son quienes recurren a nuestra organización porque en algún momento alguien les dió las directrices para comunicarse, y cuando les leemos o escuchamos nos damos cuenta de lo alejados que estamos los sindicalistas de los trabajadores.
Cómo no va a ser frustrante escuchar o leer a alguien preguntando si existe alguna ley o instrumentos que obligue a los patrones a entregar un reajuste del IPC una vez al año, lo que permitiría ciertamente a los trabajadores recuperar al menos el poder adquisitivo nominal, pues es claro que no es del todo creíble que las cosas hayan subido en algo más de un 10% el último año, en circunstancias que productos básicos para el sustento familiar han tenido alzas de un 20% y más.
O bien que se consulte si hay obligación del empleador de pagar mensualmente por el gasto de locomoción y colación.
La respuesta a ambas inquietudes es NO pues compañeros, no hay nada que obligue al patrón a cumplir con estas cuestiones que debieran ser obligaciones mínimas.
El único camino para esto - y decimos el único camino porque esperar que los legisladores se den el tiempo de pensar que estas cuestiones son urgentes y no un día más por fallecimiento de un ser querido, es como esperar que los naranjos den peras - es la educación y la organización.
Lo sabemos pero hay que repetirlo una y mil veces. Menos fanfarria y más acción sindical. Es la obligación de la hora presente.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión C.G.T. CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión C.G.T. CHILE