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"..Padre, aparta de mi ese cáliz de vino tinto de sangre.."
canta Chico Buarque
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Poco les importa. Son el poder y pueden seguir haciendo lo que quieren, lo hacen desde hace siglos y nada parece detenerlos.
Depositarios de costumbres arcaicas, muchos aún siguen cubriendo santos con velos oscuros y mantienen cerradas las cortinas de su casa.
No consumen carne, caminan en puntillas e incluso hacen retiros espirituales para pedir fuerza y seguir su camino. Sin embargo en su día a día agreden al que no tiene, humillan al que no puede defenderse porque si lo hace pone en riesgo su empleo y van por la vida haciendo lo que quieren, pues ya pagaron por el perdón divino.
2.- Dicen los defensores de la fe, que el Cristo vino a dar la vida para redimir los pecados del mundo, pero poco o nada hacer para terminar con las desigualdades que generan dichos pecados.
Cuanta falta hacen las patadas y manotazos a las tiendas de los mercaderes del templo, las llamadas de atención a los sacerdotes que aún hoy siguen mintiendo al pueblo.
Lamentablemente solo se han multiplicado los Judas, en tanto los Cristo son mostrados como una especie exótica, en extinción.
Hoy por hoy son pocos los que recuerdan la pasión del Cristo, la mayoría gasta lo que no tiene para evitar la ingesta de carne o se manda de paseo endeudandose por 3 o más meses a precio contado, mientras el pueblo de Cristo vive permanentemente la pasion de la discriminación y las carencias, esperanzados en un milagro que tarda en venir y que cada vez se ve más lejano.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE