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".. Vamos a ver quien tiene la fuerza, vamos a ver quien tiene el poder, vamos a ver con la autodefensa vamos a ver quien va a caer.." Pancho Villa en Camotazo
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1.- Hace ya varios años que se viene discutiendo el proyecto de ley que lleva la jornada de trabajo a 40 horas semanales. Sin embargo hay que ser dejar muy en claro que dicho proyecto no consagra una jornada de 8 horas diarias y continuas para todos.
Según la propuesta del actual gobierno en su programa, dicha jornada se instalará de manera gradual. No debemos olvidar que lo mismo ocurrrió durante el gobierno de Lagos donde la jornada disminuye de 48 a 45 horas.
Antes y ahora los empresarios presionaron para que tal modificación no se llevara a cabo, aduciendo serios perjuicios si tal cosa ocurria. Respecto del actual proyecto han dicho que se producirá "un aumento en la costos y una mayor automatización de funciones basada en herramientas digitales".
Esto se desprende de una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Santiago, entre 222 empresas de distintos tamaños y sectores económicos, según se puede leer en El Mercurio. En materia de costos un mayoritario 56% de las empresas prevé que estos aumentarán con la nueva jornada, mientras un 28% no espera cambios, en tanto que un 8% indica que disminuirán.
Según el tamaño de las empresas, un 60% de las medianas cree que subirán los costos, en tanto que las grandes empresas sostienen que el alza será de un 54% y en en las pequeñas empresas se apuesta a ún aumento de 53%. En los sectores donde se avizoran los mayores aumentos son el comercio, construcción y servicios, entre ellos los financieros.
2.- En cuanto al efecto que la disminución de jornada tendrá en el movimiento de personal, el 50% de las empresas esperan que la planta de personal se mantenga, mientras que un 27% prevé un aumento para nuevos turnos requeridos, un 11% espera una disminución del personal y un 12% no se pronuncia.
La industria manufacturera, la minería y el turismo, aparecen como los sectores con mayor propensión a aumentar la contratación como consecuencia de la eventual disminución de la jornada.
Más allá de los resultados que puedan avizorar los empresarios, para los trabajadores debe quedar claro que la única manera de que no sean ellos quienes terminen pagando los costos, es educarse en sus derechos y reconocer claramente sus demandas, junto con entender que la realización de las mismas dependerá de organizaciones potentes y mayoritarias al interior de las empresas, sin descuidar la construcción de proyectos de contratos colectivos que den cuenta de esas aspiraciones.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE
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MANUEL AHUMADA LILLO
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