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"..El finao se la jugó sin asco, enfrentó a los locos del asalto, el sabía que lo querían vivo y por eso los enfrentó a tiros.."
Mauricio Redoles
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Se repetirá el rito que los detentadores del poder llaman “expresión democrática”, y que para nosotros se limita a la repetición de eslóganes y frases huecas, que muchas veces no guardan relación con la realidad.
Los más pobres, los con menos recursos, apenas si podrán rasguñar el tinglado armado por el poder y, con suerte, alguno logrará llegar a esos espacios lo que seguirá siendo insuficiente pues será imposible incidir en el cambio de las normas y hacer que se escuche a los que no tienen voz. Solo queda esperar que si llegan manténgan su consecuencia y sigan ayudando a dar forma, a algo que ya está ya costando demasiado. Organización y unidad para confrontar en serio al sistema.
2.- Como viene sucediendo casi sin variaciones desde 1990, lo más probable es que los abusados en sus derechos, los explotados, no sean tomados en cuenta hasta un nuevo proceso electoral y deberán conformarse con soluciones “en la medida de lo posible”, soluciones que no pondrán término a su condición de parias, aunque en esta ocasión quedará un proceso inconcluso que podría modificar en parte el cuadro futuro para beneficio de los que tienen menos.
Se trata de la culminación de los trabajos de la Convención Constitucional, quienes deben presentar a la población sus conclusiones y deberá aprobarse o rechazarse la propuesta de nueva Constitución en un plebiscito.
3.- Seguramente nada cambiará de raíz y, en el peor de los casos, ni siquiera superficialmente. Los patrones seguirán explotando y los que reclamen por sus derechos serán reprimidos, si se salen de la jaula que les diseñó el modelo. Mientras no elaboremos el programa popular y demos forma al instrumento social que nos aglutine, seguiremos maldiciendo y protestando por la falta de viviendas, la carencia de empleos dignos, las deficiencias en la salud y la educación, la delincuencia sin freno, sin dar pasos reales en la búsqueda de soluciones. Solo maldiciones y lamentos.
4.- Trabajadora, trabajador, si tu decisión es participar del proceso, vota a conciencia y prepárate para cobrar las promesas a los candidatos por los que votaste.
Si tu decisión es anular o dejar el voto en blanco no te quedes solo en eso, pues como acción única no tiene valor alguno, salvo expresar enojo y rechazo.
Es necesario unirse a otros que tienen las mismas rabias y anhelos y ponerse a trabajar y organizar para cambiar. Mientras piensen, propongan y ejecuten en nuestro nombre sin habernos consultado previamente, nada cambiará.
Los únicos cambios válidos y reales serán aquellos que nos devuelvan la dignidad y esos solo se consiguen con participación activa.
De nadie más que de nosotros depende que esto se haga realidad.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE