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" Somos del forjador herederos, somos grito rebelde en camino, somos pueblo en el pueblo primero.."
Himno de la CGT
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1.- Nunca fuimos ambiguos en el trabajo sindical. Siempre con la verdad por delante y aunque eso a veces implicó la salida de algunos, no vimos otro camino que el permanecer leales a los principios fundacionales.
Nos costó tanto defender principios como la independencia y la autonomía que estuvimos muy cerca de perder la organización por negarnos a aceptar órdenes, que iban más allá del respeto a nuestros representados. Cierto es que como militantes íbamos a hacer los esfuerzos por conseguir la mayor representatividad, e instalar las propuestas en las que creímos, pero eso no podía ser a costa de conversaciones a escondidas y acuerdos entre 4 paredes, más aún cuando estos acuerdos promueven a gente que no tenía moral para ocupar espacios. Muchos que llegamos al sindicalismo cuando estas cosas eran algo común (aún son en varios lugares) rompimos los moldes y comenzamos a trabajar con la base. Los resultados nos indicaron que era el camino a seguir aun a riesgo de las incomprensiones.
Así lo hicimos para la constitución de la central unitaria y cuando el partido propuso candidaturas de nuestros dirigentes militantes, en la interna y hacia afuera, estas fueron presentadas a las asambleas de dirigentes y aprobadas por este órgano mayor de dirección. Cometimos errores por cierto, como facilitar cheques con una firma para validar pagos de cuotas, o dar el acuerdo a amnistías truchas para puestas al día, que solo servían para acomodar las piezas en el tablero y luego de las elecciones todos volvían a dejar de pagar. No obstante, siempre planteamos preocupaciones por esta extraña forma de hacer sindicalismo donde correspondía, aunque nunca se tomaron decisiones para terminar con esta verdadera mafia de gestionar cargos y espacios de poder.
El tiempo nos dio la razón y así es como estamos. Podremos culpar, y con justa razón, a los patrones y sus políticas regresivas y prepotentes, patalear contra los gobiernos y parlamentarios de todos los colores y seguiremos teniendo la razón, pero mientras no cambiemos profundamente la forma de hacer sindicalismo, mientras no entendamos que la clave está en la educación primero y no en las barricadas, por justas y necesarias que estas sean, iremos un paso atrás y eso lo perciben los trabajadores y por eso desconfían o no pescan.
No es que todos sean desclasados, amarillos o individualistas consumistas, es que cuesta creer un discurso si este no se ve plasmado en hechos concretos y claramente identificables. Todos, en mayor o menor medida deberemos cambiar conductas o las cosas seguirán como hasta ahora.
2.- Los trabajadores han sido ignorados por mucho tiempo y eso se mantendrá en el corto plazo, porque se carece de políticas para cambiar la forma de gestionar.
Lo percibimos cuando presentamos, en abril del año 2020, una serie de propuestas para la discusión y posterior difusión entre los trabajadores, las que ni siquiera fueron comentadas.
Poco o nada se hizo, salvo culpar a Piñera y sus muchachos de todo lo que pasaba, pasa y pasará, como si el capital y quienes administran el poder fueran a actuar distinto porque ven mal a las mayorías.
Hace algunos días hemos hecho circular unas propuestas mínimas para ser entregadas a los candidatos de todo tipo que están en campaña. Propuestas que son la base para el inicio de la recuperación de tantos derechos de los que carecemos.
No se trata de un compendio con todas las aspiraciones de la clase, sino de cuestiones básicas que podrán tramitarse rápidamente en el parlamento si hay voluntad, pero que también pueden y deben ser reclamadas en proyectos de contrato colectivo de trabajo.
Recuperar la confianza de los trabajadores requiere de propuestas concretas.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE