PULSO SINDICAL DIARIO - 19 JUNIO 2020


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"...No me pongan en lo oscuro a morir como un traidor, yo soy bueno y como bueno moriré de cara al sol.."
                                     Jose Martí
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1.- Hay algunas huelgas que pasan dolorosamente desapercibidas. Autopista Central y Containerland son 2 ejemplos de lo que hablamos y hay varios más en desarrollo.en este momento.
Llama la atención que pese a lo complejo que ya resultaba la negociación colectiva en "tiempos normales" el movimiento sindical haya guardado silencio y no se pronunciara para exigir la suspensión de los procesos en curso, que se visualizan complejos, habida cuenta de que los patrones cuentan con todas las garantías para rechazar, sin ser repudiados, todas las peticiones de sus trabajadores.
Dijimos al inicio del estado de excepción y lo seguimos reiterando, que el mejor camino hubiese sido la suspensión de las negociaciones en curso y  la prórroga de los contratos colectivos vigentes, hasta terminada la pandemia.
Tanto la suspensión como la prórroga hubiesen impedido está suerte de rendición a la que se encuentran enfrentados quienes están en procesos de negociación colectiva en la actualidad. Seamos claros, una de las pocas salidas que va quedando a quienes están negociando y/o están en huelga, es utilizar el articulo 342 que permite mantener los beneficios actuales, a excepción de las reajustabilidades, por los próximos 18 meses.
De lo contrario se corren graves riesgos, no solo de no avanzar en las peticiones, sino también de perder beneficios.
Podemos decir al respecto que en una de nuestras negociaciones, en Punta Arenas, pudimos instalar una prórroga en una negociación colectiva en desarrollo, hasta septiembre de este año, lo que permitió extender el fuero a todos quienes están involucrados en la negociación colectiva.

2.- Lo positivo de nuestros Pulsos Diarios es que permite a dirigentes y trabajadores hacer saber sus opiniones y pedir respuestas.
Respecto de la modificación de contratos de las que hablamos ayer, nos han dicho que debemos considerar que muchos trabajadores pueden aceptar esas modificaciones para mantener los puestos de trabajo. 
Y no están equivocados quienes lo dicen.
¿Podemos condenar a quienes renuncian a defender sus derechos intentando con eso asegurar sus puestos de trabajo, aunque esto implique disminución de remuneraciones? 
Por supuesto que no, pero tenemos la obligación de decir a quienes opten por esto que están hipotecando su futuro y que cada vez que el patrón quiera bajar costos pensará en ellos para hacerlo. 
Cierto, hay que sostener una familia, pensar en el futuro, pero nunca puede ser a costa de hipotecar la dignidad. Las manos y la cabeza    - que son las herramientas con las que se piensa y concreta el trabajo - permanecen pegadas al cuerpo más allá del finiquito, y si debe buscar un nuevo empleo lo hará con la certeza de que no renuncia a sus valores más preciados.
Solo así podrá iniciar el camino de su emancipación.



MANUEL AHUMADA LILLO 
Presidente Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras
Secretario C.G.T. CHILE