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"..Sacando una tarjeta que tenía dijo diga que va de parte mía, que le den de inmediato ocupación y usted deme su voto en la elección.."
del folklore
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1.- Los sindicatos cuando recién nacen o no están bien estructurados, son proclives a fallas y dificultades propias de una organización viva, por lo que quienes los integran y con mayor razón quienes los dirigen tienen que tener el cuero duro, entender que esto es así y que se debe seguir trabajando pese a los porrazos que más de una vez se darán.
Dos consultas recibidas en las últimas horas han motivado este Pulso.
El primero de los casos trata de una negociación colectiva, en donde desde días antes de votar la huelga la empresa inició una feroz arremetida para desmotivar a quienes debían tomar una decisión trascendente, con el cantito ese de que una huelga implicaría serios costos para la empresa y posibles pérdidas de puestos de trabajo.
No hay que preocuparse más de lo necesario compañeros dirigentes y trabajadores conscientes, esto recién comienza. Lamentablemente muchos explotados no ven más allá de sus narices y solo piensan en su situación personal, ignorando al grupo al que se integraron voluntariamente. Es probable que tengan algunas deserciones pero la organización no perecerá pues quedan otros que siguen creyendo en lo justo de sus peticiones. Hay que analizar muy bien lo sucedido y tomar medidas para que la organización avance en procura de su objetivo. Nada está perdido, es solo un retroceso. Es claro que llegará el momento en que los trabajadores comprendan donde está su lugar, entonces el sindicato debe estar listo para recibirlos.
2.- El segundo caso se vincula al inicio de un proceso de organización. Los trabajadores aprenden a sortear las trampas que pone la empresa y terminan constituyendo un sindicato. Hay interés y la nómina de socios sube rápidamente. Llega para el patrón el momento de mandar a sus servidores a tratar de destruir lo que se está construyendo.
Y aquellos que le hacían el quite a todo, que viven diciendo si a lo que se les mande y se creen el cuento de que son personal de confianza, son llamados para que ingresen al sindicato , averigüen lo que ahí se discute y entreguen información para tratar de minimizarlo. ¿Como se actúa en estos casos?.
Hay que tener claro que el sindicato es una organización a la que pueden ingresar todos los trabajadores de una empresa, pero cuando tenemos claro quiénes son conflictivos o derechamente peligrosos, debemos utilizar los filtros que establecen los estatutos, para complicar su trabajo de zapa.
El que sabemos que no es de los trigos muy limpios y quiera ingresar al sindicato, debe solicitarlo por escrito. Será la asamblea quien resuelva sobre esa petición. Si no son bienvenidos que se les den las razones del rechazo. Pueden ellos hacer otro sindicato?, Si, pueden hacerlo. La ley no distingue entre sindicato de clase y contrario a esta, pero aquel sindicato que se hace para contentar al patrón conseguirá poco o nada de lo que anhelan los trabajadores. Tarde o temprano dejará de ser útil y perecerá.
Los trabajadores cuidan el sindicato que los representa, es tarea de los dirigentes hacer del sindicato el mejor instrumento para la defensa de los derechos de sus asociados.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria