"..Gritó Emiliano Zapata quiero tierra y libertad y el gobierno se reía cuando lo iban a enterrar.."
canta SKA-P
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1.- Por muchos años nos debatimos en la discusión de si era verdad que anterior a 1973 las leyes establecen como obligatorio el pago de locomoción y colación.
La verdad sea dicha eso nunca fué así, pero es bueno hacer notar que la fuerza sindical de entonces llegaba casi al 40% del total de la fuerza de trabajo activa, que había organizaciones sindicales únicas en la mayoría de las ramas de la empresa privada y una Central Sindical Única con alta representatividad. Elementos suficientes para que la mayoría de los trabajadores recibiera una asignación mensual de locomoción y en la inmensa mayoría de las empresas existieran casinos donde se entregaba buena alimentación a los asalariados.
Diversos textos cifran en más de 180 las leyes que beneficiaban a los trabajadores y que fueron derogadas por la dictadura. Si los dirigentes dieran sólo un vistazo a un texto que hace decenas de años publicó la revista Análisis, podrían constatar el nivel de mentiras que se han tejido respecto de las leyes laborales, pues aún hoy no se recuperan decenas de leyes que beneficiaban a los trabajadores.
Ignoramos si lo relativo a locomoción y alimentación diaria ha sido puesto en discusión alguna vez en el parlamento, sin embargo tenemos claro que no debe seguir siendo ignorado.
Las empresas no tienen obligación de pagar movilización y colación a sus trabajadores, razón por la cual esos millones carentes de organización, que por lo general reciben sueldos mínimos o en montos apenas por sobre éste, deben cubrir desde sus ingresos el gasto por ambos ítems.
2.- Sólo si consideramos que el ingreso mínimo actual es algo más de 350.000 líquidos, y les restamos $36.400 mensuales en gasto de locomoción (2 pasajes diarios a $1.400 por día por 26 días) y $52.000 ($2.000 por día y 26 días de trabajo por alimentación) al trabajador le quedan solo $261.600 para "vivir" en el mes.
Es más, un informe de la Fundación Sol indica que el 50.2% de los trabajadores percibe un ingreso mensual de menos de $300.000 y hasta 460.000 mensuales. Claramente es más que insuficiente y seguiremos esperando que el sistema intente corregir esta discriminación que atenta contra trabajadores y trabajadoras.
Debemos reiterar que son millones quienes trabajan en micro y pequeñas empresas y que reciben como emolumento mensual el ingreso mínimo.
Por lo mismo, nuestra tarea es convencer a los abusados que no pueden seguir esperando que las leyes que nos beneficien caigan como maná del cielo. Los trabajadores deben comprender que el desafío es la organización en sindicatos y a través de estos promover la negociación colectiva para que, entre otros, estos 2 derechos queden consagrados a nivel de empresa.
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MANUEL AHUMADA LILLO
PRESIDENTE DE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria