PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE
17 marzo 2023
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"..Esta canción es un disparo de bala en boca sol encendido y por las noches enamorada busca en sus manos .."
canta Luis Mejia Godoy
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1.- Soy hijo, nieto, bisnieto, sobrino, primo y amigo de ferroviarios. El padre de mi abuelo materno trabajó en ferrocarriles en la ciudad de La Calera. Mi abuelo, cuyo destino era pastorear cabras en la comuna de Nogales conoció a un señor llamado Ismael quien lo llevó a ferrocarriles en La zona y le dijo que buscara mejores perspectivas yendo hacía el sur, razón por la cual su destino final fue la maestranza central en San Bernardo. El menor de sus hijos varones de nombre Celso trabajó ahí y también lo hizo su otro hijo Sergio, mi querido tío Mincho.
Por el lado paterno sabemos que mi abuelo Juan Ignacio era el encargado de surtir de carbón y agua a las locomotoras, que estuvo en una estación cercana a Pichilemu llamada Larraín Alcalde y después de que se le quemara su casa y todos los enseres, fue trasladado a Nos. Siempre trabajó de noche y todos sus hijos varones fueron ferroviarios. Juan, Pedro, Luchin - en San Eugenio - Cesar, Fernando, Manuel - mi padre - cumplieron diferentes oficios al interior de la maestranza, destacando también como futbolistas amateur. Tuve un tío - Willy - que trabajaba en una grúa a más de 30 metros de altura. y un primo - Quico - que fue maquinista e ingeniero.
Quien más se destacó en la lucha social y gremial fue mi abuelo Benjamín, que incluso debió vivir escondido y trabajando en lo que viniera durante la tirania anticomunista de Gonzalez Videla. Tuvo una larga y fructífera trayectoria, reconocida al extremo que en la población que se construyó donde antes estuvo la maestranza, hay una calle y una plazuela con su nombre.
Desde muy pequeño, después del almuerzo, el abuelo antes de dormir la siesta leía El Siglo y me daba una moneda por leerle algún artículo. Dentro de los que más disfrutaba leer estaban aquellos que contaban sobre la vida de Lenin y de Recabarren y las luchas de los trabajadores.
2.- Desde muy niño con mi madre y hermanos íbamos a la fiesta dieciochera en la Maestranza. Ese 17 de septiembre los viejos durante la mañana engalanaban sus talleres y almorzaban juntos, preparándose luego para recibir a sus familias. Nos daban refrescos y golosinas, y éramos cientos quienes corríamos entre los carros de tren, subíamos a ellos, tocábamos los pitos de las locomotoras y nos íbamos a casa al entrar el sol, soñando con ser tiznados, maestrancinos, como nuestros padres.
Allí conocí a casi todos quienes terminaron siendo fusilados en el cerro Chena, compartí sus últimos días, recibí sus caricias y consejos y por ellos, aún hoy, sigo trabajando duro para que las banderas de la clase trabajadora no caigan jamás al suelo.
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MANUEL AHUMADA LILLO PRESIDENTE DE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria