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"..Becho toca el violín en la orquesta,cara de chiquilín sin maestra y la orquesta no sirve, no tiene, más que un solo violín que le duele.."
canta Alfredo Zitarroza
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1.- ¿Qué es la violencia, cuál es su origen y quien la genera? Y tiene gran valor la pregunta, pues uno de nuestros amigos radiales pide que no se le envíe el pulso porque no condenamos la violencia.
Siempre hemos condenado la violencia, pero también nos hemos preocupado principalmente de separar la paja del trigo, desintoxicar a nuestros compañeros de todo lo que le venden los medios y los gobiernos, que se esfuerzan en pedir se condene la violencia, venga de donde venga, pero se cuidan mucho de decir que ellos son los causantes de todo esto.
Porque con la violencia botaron gobiernos, con la violencia han respondido a las demandas de los ciudadanos y con la violencia sostienen este sistema injusto de todo para unos pocos y nada para la inmensa mayoría.
Esta definición deja claramente establecido que el origen de la violencia radica en quienes tienen el poder y cuando se sienten amenazados de perderlo, la aplican para evitar tal perdida. La violencia tiene su origen en el capital y las respuestas que a ella opone el pueblo son válidas, cuando tienen por objetivo cambiar el estado de las cosas.
Son ellos, los dueños del capital y sus administradores, quienes debieran pedir perdón a la población y dar muestras efectivas de su disposición a cambiar. Pero para ello deben renunciar al poder total y eso no lo harán jamás, así se les vaya la vida. Entonces trastocan las cosas, mienten y desinforman hasta hacernos creer que lo negro es blanco.
Ahí está la explicación de porqué la prensa desinforma y miente. No les interesa el origen de la violencia, no buscan condenar a los que la instalaron, buscan atemorizarnos para que no cambiemos el sistema.
La violencia que se ha instalado en las manifestaciones populares la generan grupos muy sospechosos de civiles - que nunca son detenidos y que continuamente son fotografiados saliendo desde instalaciones policiales - civiles que incluso exhiben con descaro su armamento cuando son detectados. Invariablemente se les ve luego subiendo, a los mismos vehículos policiales desde los que se reprime.
Si a esos infiltrados le unimos la ferocidad del lumpen que no es controlado - ni en las manifestaciones ni en los barrios que están absolutamente entregados a su suerte - tendremos la tormenta perfecta.
Es la que nos repiten hasta la saciedad, una y otra vez los medios de comunicación.
2.- Hemos sido testigo presenciales de lo que hacen los infiltrados - lo que en caso alguno nos hace ignorar el pobre aporte de algunos desadaptados que le hacen la pega al enemigo - así como del esfuerzo de los propios manifestantes por generar equipos de autodefensa para evitar que la destrucción y el caos se apoderen de la manifestación. Condenamos la violencia del sistema, pero jamás vamos a estar en contra de la autodefensa y de la protección y cuidado de quienes están manifestando pacíficamente y son perseguidos y castigados.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE