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"Mi unicornio azul ayer se me perdió, pastando lo dejé y desapareció, cualquier información bien la voy a pagar.."
Silvio Rodríguez
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1.- El 18 de octubre recién pasado, cientos de miles de personas en el país se manifestaron pacíficamente y solo el actuar de delincuentes - lumpen puro e infiltrados que son uniformados vestidos de civil que se mezclan entre los manifestantes - puso un manchón en una actividad que dejó muy en claro que, pese a todos los intentos por demonizar y descalificar las manifestaciones, estas son clara expresión de un descontento que no solo se mantiene sino que aumenta ante la desidia y poco hacer de quienes podrían influir en promover y provocar cambios con su gestión.
Los medios de DESINFORMACIÓN vuelven a jugar el triste papel de desorientadores de la población, el discurso de algunos comunicadores sociales es asqueroso en lo parcial y una prueba fehaciente de que están obedeciendo a un patrón claro, que tiene por objetivo generar el terror en quienes están cautivos de sus informaciones.
Veamos lo que sí pasó el 18 de octubre.
Temprano hubo desde jóvenes colgados en altura llamando la atención por el caso de los presos políticos y demandas populares, hasta cortes de tránsito en diversas arterias en Santiago y regiones que apenas si fueron reportadas, entendiendo por reportar fijar el contexto de la manifestación y dar a conocer las demandas de quienes participan de ellas. Ni esperar que los periodistas se atrevan a exponer las razones que provocaron el estallido social, menos que cuestionen al sistema que las genera.
TODOS los informadores (para no desprestigiar aún más la profesión de periodista) tienen como objetivo principal infundir temor y predisponer a la opinión pública, en contra de quienes salen a la calle a manifestar.
Fijense con atención en lo que hacen. Un par de veces utilizan el término manifestación pacífica, nunca o casi nunca hablan de la represión que llega a ser criminal y menos muestran imágenes de la misma, salvo las que no pueden soslayar, y en cambio calificativos como delincuencia, destrucción, caos y similares son repetidos hasta el hartazgo, casi como un mantra, lo que unido a la imagen y la frase escogida una y otra vez, buscan llevar las culpas y responsabilidades a los que más sufren este sistema infame. Muchos son los ciudadanos que recitan a menudo las mismas frases de estos desinformadores cuando se les entrevista sobre los hechos ocurridos.
2.- ¿Han llegado alguna vez los medios de comunicación a las organizaciones sindicales y poblacionales a ver cómo se vive en este sistema político y económico, tienen idea cómo vive, o mejor dicho sobrevive, una familia con los sueldos miserables que se pagan? ¿Han intentado vivir algunos días en espacios sociales tomados por la delincuencia, entre el tráfico de drogas y las balas?
Ese Chile, normal bajo el capitalismo, es ocultado por los medios informativos. Más importancia tiene para ellos cuántos autos se venden o los escándalos de algún famoso a la fuerza. Eso es lo que vende, lo que enajena a la población y la hace pasto fácil de la bazofia comunicacional de los dueños del poder.
Si por una vez se fueran al corazón de una manifestación y siguieran con atención el actuar de los infiltrados muchas cosas cambiarían.
Pero a no desesperar, debemos seguir aunando fuerzas, promoviendo la organización, incitando a la rebeldía y construyendo las propuestas, que son el insumo fundamental para que nuestro pueblo se sacuda de lo que le vende el sistema y se ponga en la línea de luchar para el cambio social que es inevitable.
Los desinformadores ya han quedado al descubierto, tarde o temprano dejaran de incidir.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE